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PARÍS 2024 | HOCKEY HIERBA (M)

El sueño se disipa frente a una ‘Oranje’ inspirada por Van Gaal

El entrenador se coló el sábado en la villa olímpica para impartir una charla que Países Bajos ha considerado crucial. Los RedSticks se estamparon ante Blaak y deberán luchar por el bronce.

París
El sueño se disipa frente a una ‘Oranje’ inspirada por Van Gaal
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

No podrá España culminar el sueño en el lugar que más historia olímpica rezuma de todas las sedes de París 2024. El Yves du Manoir, el estadio de los Juegos de hace un siglo. Teñido de absoluto naranja, como cerrando el círculo que empezaba en enero con el exitoso Preolímpico de Valencia aunque ahora de ese color por la descomunal invasión de seguidores de Países Bajos, la Selección que había sido capaz de derrocar a la campeona del mundo (Alemania) y de expulsar en cuartos a la vigente campeona olímpica (Bélgica) se dio de bruces con la campeona de Europa, inspirada por una charla de Louis van Gaal que lo cambió todo. Y lo peor es que duró poco la ilusión real por alcanzar la final. Por emular o superar la mejor clasificación de los RedSticks en unos Juegos. Pero aún queda al alcance el bronce. Que seguiría siendo una auténtica gesta.

No había sido el arranque arrollador del mismo enfrentamiento el pasado viernes en la fase de grupos, en que España se situó con toda justicia con un 2-0 favorable que posteriormente no podría administrar, pero sí que parecía tenerlo todo controlado la Selección de Max Caldas, quien en Tokio 2020 aún era el seleccionador de un país en que vivió dos décadas. En defensa, con unos Países Bajos que no se acercaban al área. Y en ataque, con una primera intentona de Borja Lacalle, sustituto de un Bruno Font que padece una pequeña rotura de gibras en el cuádriceps, y sobre todo con la clarísima ocasión que Pirmin Blaak le detuvo a Marc Reyné.

Pero lo que no le entraba a los RedSticks le funcionó a la primera a Países Bajos, en una internada que tuvieron que cortar de raíz entre Luis Calzado e Ignacio Rodríguez. Consideró el árbitro que uno de los dos había obstruido el lanzamiento de Tjep Hoedemakers tocando su stick, así que decretó penalti stroke. Aun así, sus dudas tenía cuando mandó consultarlo al Video Umpire, que le confirmó la peor de las penas. No falló Jip Janssen, uno de los grandes especialistas del mundo en esta materia.

Los RedSticks dialogan, en plena embestida de Países Bajos.
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Los RedSticks dialogan, en plena embestida de Países Bajos.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Exactamente igual que en el primer cuarto sucedió en el segundo, con un primer disparo a puerta de Marc Miralles que se encontró con Blaak y con una llegada de los Oranje al área, aparentemente controlada pero cuyo rechace se envenenó. La bola muerta la recogió sin reparos Thierry Brinkman para, de un zurriagazo, establecer el 2-0. Y suerte tuvo España, en esa fase crítica, de que Calzado tirara de reflejos para evitar que Duco Telgenkamp materializara el tercero.

“¡Este partido lo vamos a ganar!”, trataba de animar desde la grada la reducida Galia española, en el país de Astérix y Obélix. Y recogían el guante los jugadores, que en un momento tan estratégico como los segundos previos al descanso merodearon el gol.

Fue un penalti córner rematado por José María Basterra, repelido por Blaak, que entre Xavier Gispert y Jordi Bonastre trataron de aprovechar. Detuvo el tiempo el árbitro, señaló penalti stroke porque presuntamente el portero había tocado el stick de uno de los dos españoles. Pero el Video Umpire, de nuevo el Video Umpire, se lo echó atrás. Ni stroke ni tan siquiera penalti córner. Y a la caseta.

Duco Telgenkamp celebra el 4-0 de los 'Oranje'.
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Duco Telgenkamp celebra el 4-0 de los 'Oranje'.Adnan AbidiREUTERS

Del posible 2-1 se pasó en la reanudación a la sentencia. Porque en el descanso debieron de recordar la charla motivacional que, por sorpresa, les brindó el pasado sábado Louis van Gaal. El exseleccionador holandés de fútbol y extécnico del Barcelona, aquejado de un cáncer de prostata, se coló en la villa olímpica, con un permiso especial, junto a su esposa, Truus, y el triple campeón olímpico de natación Pieter van den Hoogenband, para impartir a la selección Oranje un discurso basado en los valores de equipo. Les sirvió, cuentan, para apear a Australia (2-0) en cuartos. Y ni qué decir de la semifinal.

Porque entraron los del doble campeón olímpico Jeroen Delmee a dinamitarlo todo en la reanudación. Y no tardaron ni dos minutos en conseguirlo. Sacó tajada, y medalla, Thijs van Dam de un fortuito y desgraciado choque de dos jugadores españoles al borde del área para torpedear a Calzado, en una bola que rebotó en la portería casi para regresar hasta el mediocampo, de la fuerza que llevaba.

Lo que vino con el 3-0 fue un martirio. Dentro y fuera del campo, con los miles de aficionados neerlandeses haciendo la ola. Con Basterra estrellando otro penalti córner en Blaak, y Calzado salvando el cuarto ahora en el contragolpe culminado por Seve van Ass, después delante de Thierry Brinkman, más tarde ante Lars Balk. Y con España desdeñando uno tras otro los seis penalti córner de que dispuso. La puntilla del 4-0, obra a falta de diez minutos de un Duco Telgenkamp que con los brazos exaltaba a la grada ‘Oranje’, se antojaba demasiado castigo para un equipo al que, al revés que en los cuartos con Bélgica, no le salió nada.

Tendrán que lidiar los RedSticks por el bronce, que no es poco -el objetivo realista pasaba por alcanzar los cuartos de final, y se superó con creces- este próximo jueves a las 14:00, con el perdedor de la otra semifinal, entre Alemania (a la que ya superaron en la fase de grupos) y la India. Aunque no se podrá reeditar la plata de Moscú 1980, Atlanta 1996 y Pekín 2008, a España le queda la posibilidad de igualar el bronce de Roma 1960. Desde aquellos Juegos, por cierto, la Selección masculina ha acudido ininterrumpidamente a todos. El deporte de equipo, sin duda, más regular.

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