El ogro contra su domador
Ingebrigtsen es el gran favorito en la final de 1.500, donde se las verá con el británico Kerr, que le arrebató el oro mundial y con el que tiene un continuo enfrentamiento dialéctico.
“Será una de las finales de 1.500 más duras y brutales que este deporte haya visto en mucho tiempo. Estoy listo para ir a por ello. Ha habido muchas palabras cruzadas durante los últimos dos años. Espero resolver todo en la final”, afirma Josh Kerr, vigente campeón mundial de la distancia. Un oro que arrebató al ogro noruego, Jakob Ingebrigtsen, el prodigio que corre como si en la suela de sus zapatillas llevara una cinta mecánica que le hace desplazarse sin aparente esfuerzo sobre el tartán. Hoy, en la final del 1.500 en el Stade de France (20:50 horas) se volverán a ver las caras.
El atleta que simboliza la biomecánica del corredor de manera más perfecta, con una fisionomía para deslizarse muy similar a Hicham El Guerrouj, el recordman planetario (3:26.00), al que la máquina de Sandnes quiere derrocar del trono histórico del 1.500, clama venganza ante Kerr. Y, de paso, sacarse la espina de otra derrota que le dolió mucho, la de los anteriores mundiales en Eugene 2022 cuando cayó de una forma muy similar e inesperada ante un compatriota de Josh, Jake Whightman.
“No puedo valorar si Kerr es un rival cuando es conocido como el británico que nunca compite”, dice Ingebrigtsen, alimentando aún más el enfrentamiento entre ambos. El campeón del mundo, lejos de amedrentarse, contesta al actual oro olímpico: “No somos amigos, no salimos juntos, no nos escribimos. Corremos el uno contra el otro y esa es nuestra relación. No diría que me cae mal, no tengo opinión sobre su vida personal. No conozco su vida”. Mensaje directo. Y apostilla con otro más subjetivo, pero que tiene como clara diana Jakob: “Si tienes tanta gente que te rodea y que te dice a todo que sí, no te das cuenta de que tienes debilidades. Y si no eres consciente de eso, no ganarás el oro olímpico en 1.500″.
El ogro entró en cólera y contestaba: “Sé que muchas de las cosas que dice están en la fina línea entre mentir y quizá ser cobarde. Si alguien me desagrada y tengo algo que decirle a esa persona, me acerco y se lo digo, ¿sabes? De repente ser ‘amigo’ de alguien y tirarle a los leones es un rastrero”. En la serie semifinal en la que coincidieron, ni se miraron. Hubo victoria para Ingebrigtsen (3:32.38) por delante de Kerr (3:32.46). Nada válido para el duelo de hoy, ya que clasificaron con facilidad y sin esforzarse demasiado
El gran duelo está servido y en una batalla cruenta con uno pendiente del otro hay varios ‘outsiders’ que pueden pescar en río revuelto. Entre ellos los norteamericanos Nuguse y Kessler, los kenianos Cheruiyot y Komen, el neerlandés Laros, el noruego Nordas, o el británico Gourley. Todo listo para uno de los grandes duelos en el atletismo olímpico de París 2024.