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PARÍS 2024 | PIRAGÜISMO

El lamento de Maialen Chourraut: “Te hace sentir en la miseria...”

La triple medallista olímpica (41 años) cae en los cuartos de kayak cross y reflexionará sobre su futuro. Manuel Ochoa se lleva un chasco: descalificado tras liderar su serie.

Maialen Chourraut, durante el descenso.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

La cada vez menos lotería del kayak cross, modalidad que se estrenaba en París pero que muchos piragüistas entrenan ya específicamente, dejó una sensación amarguísima en España. En Maialen Chourraut, última en su serie de cuartos, y en Manuel Ochoa, primero en la suya pero descalificado por saltarse la última puerta. Los campeones fueron la australiana Noemie Fox y el neozelandés Finn Butcher.

“He luchado y no me puedo achacar lo que me achaqué en el eslalon, donde me pegué una y otra vez con la misma pared. Hay que imaginarse lo duro que es vivirlo, durísimo, te hace sentirte en la miseria más absoluta. Lo intentas relativizar, porque hay cosas mucho peores en la vida. Pero vivir con esta presión... Son emociones extremas y es lo que te hace engancharte a esto”. Las palabras de Maialen, triple medallista olímpica y que decidió seguir tras Tokio para no irse sin probar el kayak cross impresionaban en el canal de Vaires-sur-Maine. Medio grogui, con el presidente de la Federación Española, Javier Hernanz, quitándole el sol con un paraguas y abanicándola.

Manuel Ochoa, pasando bajo la señal de esquimotaje.
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Manuel Ochoa, pasando bajo la señal de esquimotaje.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Maialen, piragüista de sensaciones, que en la final del K1 se saltó una puerta y acabó última, había salido por la calle 4, la peor. La misma por la que el día anterior consiguió superar a la superestrella Jessica Fox. Pero hoy fue última en su serie de cuartos. Le alegró el bronce de su ahijado Pau Echaniz en K1, y ahora tendrá que apoyarse en su hija Ane, que siempre le acompaña. “Tengo una hija de 11 años con una madurez impresionante... todo lo que ha hecho para que yo esté aquí es exagerado y queda entre nosotras. Me ha ayudado mucho. Tengo que agarrarme a lo que he hecho en mi carrera para ayudarme a salir del agujero”, expresó. Y pidió tiempo para saber hacia dónde se dirige: “El ‘ahora qué' me incumbe a mí, porque la decisión que tome repercutirá a todos los que están a mi alrededor, y no puedo tomar decisiones en caliente. Necesito descansar. No me queda un gramo de energía...”.

Decepcionado terminó también el gallego Ochoa, que fue como un tiro en su serie, entró primero y se llevó el gran chasco en una modalidad frenética, en la que cuatro palistas saltan desde una plataforma de tres metros, pueden tocar las puertas y a sus rivales y deben realizar un esquimotaje (kayak bocabajo). Trepidante, espectacular y frenético. “No creo haber tomado ninguna mala decisión desde que puse mi culo en la rampa el primer día. Sentí la última puerta como una entrada perfecta, notaba el palo entre mis manos, lo aparté y cuando en meta vi la penalización... Tengo que confiar en las decisiones de los jueces porque son profesionales, así que sólo queda tirar adelante y entender cada vez más cómo es el deporte”, cerró él. Y la participación del eslalon, que aún confiaba en lograr una medalla en la locura del cross.

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