Desafío sobre el Sena
50.000 policías y 18.000 militares, desplegados para asegurar la primera Ceremonia fuera de un estadio, que se desarrollará a lo largo de 6 km. Zidane suena como último relevista.
Los ojos de todo el mundo mirarán hoy no hacia un estadio, sino a los seis kilómetros del río Sena sobre los que transcurrirá la Ceremonia de Inauguración de los Juegos de la XXXIII Olimpiada (19:30, La1, Eurosport y MAX). Una ciudad, fantasmal por sus lugares turísticos debido al blindaje de seguridad, que parece vivir de espaldas a un show nunca visto hasta ahora fuera de un coliseo. Un enorme desafío en un país en alerta máxima por la posibilidad de atentados terroristas.
París, que ya fue olímpica en 1900 y 1924, pretende asombrar al mundo con un desfile innovador de 90 barcazas que transportarán a unos 8.500 deportistas ante la mirada de más de 300.000 espectadores entre los puentes de Austerlitz y el de Jena, justo delante de los jardines del Trocadero y la Torre Eiffel, el faro que iluminará estos Juegos (las medallas contienen un trozo de metal de su estructura), que pretenden ser una celebración de la vida y del amor (¿habría mejor ciudad?) después de los Juegos de la pandemia, en silencio, de Tokio en 2021.
Unos 50.000 policías vigilarán cada metro del recorrido, reforzados por unos 18.000 militares y vigilancia privada. En Trocadero, donde se encenderá un pebetero que se situará según las quinielas en la misma Torre Eiffel o en Las Tullerías, estarán presentes un centenar de jefes de Estado y Gobierno, incluido el de Israel, Isaac Herzog, que verá desfilar ante sus ojos al equipo de Palestina, con ocho clasificados de los que sólo dos residen en su arrasada tierra. También acudirán los reyes de España. El espacio aéreo se cerrará desde las 18:30 hasta la medianoche y está previsto un dispositivo antidrones.
Eso, mientras ayer se conocía la detención de un segundo sospechoso, de 18 años, acusado de un supuesto “plan de acción violenta” contra los Juegos.
El perímetro de seguridad alrededor del Sena está activado desde hace días, y en sus alrededores sólo es posible acceder con un código QR si no se tiene acreditación. Todo, para preservar un espectáculo “deslumbrante” que “llevará la felicidad al mundo entero”, según anuncia la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra. En las barcazas, el piragüista Marcus Cooper y la regatista Támara Echegoyen liderarán la delegación de 383 españoles, la más numerosa desde 1992 que pretenden romper el techo de las 22 medallas de Barcelona.
Con amenaza de “lluvias dispersas” durante el día, habrá 12 escenas que reflejarán la cultura francesa frente a escenarios como el Louvre, o Notre-Dame, se especula con actuaciones de Céline Dion o Lady Gaga y también sobre quién realizará el último relevo. Suenan los nombres de Zinedine Zidane y la atleta Marie-José Perec. Quizá los dos juntos en los primeros Juegos paritarios de la historia. Si todo sale bien, París, y el mundo, respirarán aliviados. Tanto como los parisinos a los que se les ha arrebatado su centro histórico por unos días.