Juegos Olímpicos
“Una mujer chilena sube al podio... Cuando llegó nadie la conocía y ahora es estrella mundial”
Hace 68 años, Marlene Ahrens hizo historia con la primera medalla de una chilena en Juegos Olímpicos. Lo de esa tarde en Melbourne es inolvidable.
Francisca Crovetto se convirtió en la mejor deportista chilena de todos los tiempos. La tiradora sumó la primera medalla de oro de una mujer para el país en unos Juegos Olímpicos.
En una definición que llegó hasta el shoot-out, Crovetto derrotó a la británica Amber Jo Rutter y se quedó con el primer lugar.
Pasaron 68 años y 249 días para que una mujer volviera a un podio olímpico. La primera, y la única, era Marlene Ahrens.
En Melbourne 1956, Ahrens logró el segundo lugar en el lanzamiento de la jabalina, con una marca de 50.38 metros. 24.721 días después, Crovetto superó lo realizado por la rubia atleta chilena.
En la prueba de la jabalina, disputada el 28 de noviembre de 1956 en el Melbourne Cricket Ground, Marlene Ahrens sólo fue superada por la soviética Inese Jaunzeme, que lanzó el implemento a 53.86 metros, récord olímpico. El bronce fue para otra deportista de la desaparecida Unión Soviética: Nadezhda Konyayeva, con 50.28.
La reacción de Marlene Ahrens tras ganar la medalla de plata en Melbourne 1956
Al salir de la cancha, Ahrens fue abrazada por su equipo y dirigentes. Primero fue el presidente de la delegación, Ernesto Goycoolea. “Y ahora un beso con barba”, le dijo el entrenador Albino Hoffmann. Luego, cientos de personas se abalanzaron para que les firmara un autógrafo.
En ese momento, llena de emoción, la deportista chilena de 23 años dio sus únicas y escuetas declaraciones a la prensa: “Todo lo he hecho por mi patria, Chile, dígalo, y muchos besos para mi hija Karin”. El saludo era para Karin Ebensperger Ahrens, que sólo tenía un año y medio, y después se convirtió en una destacada periodista.
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En su crónica en la revista Estadio, Julio Martínez describió, in situ desde Australia, el momento de la premiación.
“La mejor marca de su vida para Marlene Ahrens. En lo alto de una torre se izó una banderita chilena. Fue un 28 de noviembre a las seis de la tarde. Una mujer chilena que sube a la tarima con buzo azul y rostro de niña. Cuando llegó nadie la conocía. Ahora es estrella mundial”, apuntó JM.