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Juegos Olímpicos

“Estoy segura que podemos darle una medalla a Chile en los Juegos Olímpicos; les diría que sigan soñando”

Melita y Antonia Abraham terminaron su actuación en París 2024 y muy emocionadas recordaron sus inicios con una foto que les sacó lágrimas.

París, Francia
“Estoy segura que podemos darle una medalla a Chile en los Juegos Olímpicos; les diría que sigan soñando”

Antonia y Melita Abraham se bajan del bote emocionadas. Hace minutos concluyó su primera participación en unos Juegos Olímpicos, y aunque no están felices, son conscientes del sacrificio que significó llegar ahí. Ya en la zona mixta, la pregunta de AS las toma por sorpresa.

Observan la fotografía y se reconocen de inmediato. Son ellas, mucho más jóvenes, hace más de una década, cuando inició el camino que ahora las llevó a París. Se despiden sin una medalla, ni diploma olímpico, pero con la motivación necesaria para ir por la revancha en Los Ángeles 2028.

“Éramos muy chicas. Hace cuatro años quedé fuera de Tokio y ahora estoy compitiendo. Perdón que me emocione. Voy a seguir entrenando porque estoy segura que podemos sacar una medalla en Los Ángeles o conseguir una final olímpica. Ese es el camino”, confiesa Melita entre lágrimas.

Su hermana Antonia retrocede en el tiempo y apunta que “creo que eso fue el 2012, por ahí. Yo creo que ahí empezamos a remar juntas. Ahí recién empezamos a ganar los nacionales juntas. Y creo que les diría que sigan soñando”.

- ¿A esa altura se imaginaban a unos Juegos Olímpicos y estar entre las diez primeras?

- Siempre quisimos ser las mejores. Y siento que teníamos esa inocencia de que no sabíamos a qué íbamos. Fuimos a un mundial y ‘Bienve’ (Bienvenido Front) nos decía ‘hagan esto, hagan esto, hagan esto, queden entre estos puestos’. Y nosotras así como relojitos hacíamos todo lo que ‘Bienve’ nos decía. Y quedamos quinta en un mundial juvenil el 2014. Y ahí recién como que nos pegamos así en la ‘cachá. Y como que ahí empezó todo el sueño de querer ser medallista en mundiales, querer ser después medallista en juveniles, en Sub 23, querer tener medallas en Copas del Mundo, clasificar unos juegos. Y ya fuimos creciendo con todo eso. Y ‘Bienve’ también nos inculcó la elite del remo mundial y nos inculcó el no conformarnos con nada. Y que nosotros siendo chilenas podíamos estar peleando con las mejores del mundo. Y ahora estamos acá en unos Juegos Olímpicos que nos ha costado la vida clasificar. Y estamos peleando con las mejores.

- Al final se dio un abrazo con Bienvenido. ¿Qué significó para ti ese abrazo?

- Ay, no, es que ‘Bienve’... De ‘Bienve’ no, bueno... Sí, o sea, lo quiero demasiado. Siento que ha sido súper especial para nosotras (llora). Hoy día terminamos el ciclo con él. Entonces es súper difícil también digerirlo. O sea, yo siento que todavía tenemos que... Conversamos los tres como equipo porque todavía está todo muy reciente. Pero hoy día para nosotras termina un ciclo con él. Y es difícil. Tenemos que procesarlo, tenemos que digerir todo esto. Y siento que a ‘Bienve’ lo disfruté al máximo. O sea, todos los años que estuve con él fue como nuestro mentor, fue nuestro pilar. Fue prácticamente un segundo papá.

- ¿Cómo hubiese sido su carrera sin él?

- Nos formó como deportistas, nos creó el carácter. Y estoy demasiado agradecida de él, de todo el apoyo. Y de que haya confiado en nosotras cuando no éramos nadie. O sea, ‘Bienve’ nos vio y solo nos miró y dijo así... ‘Van a venir a entrenar conmigo’. Y nos empezó a llevar dos semanas a Curauma y empezamos a concentrarnos.

- ¿Es cierto que remaban mal?

- ¡Remábamos pésimo! O sea, veíamos videos de cuando empezamos con él. Y remábamos horrible. Siempre le decimos al ‘Bienve’, nosotros éramos pura actitud. Porque técnicamente y todo eso, todo lo que querái, nada. Entonces ‘Bienve’ nos formó completas, ¿cachai? Somos como fruto del trabajo y nos formó prácticamente completas. Lo único que teníamos nosotras era la actitud, las ganas y la pasión.