Albert Torres roza el bronce: cuarto a cuatro malditos puntos
El menorquín del Movistar (34 años) fue una hormiguita en el ómnium para jugar sus bazas en la puntuación. Ahora, tiene la baza de la madison con Sebastián Mora.
Albert Torres estuvo más cerca que nunca de lograr una medalla olímpica. El menorquín finalizó cuarto, una gran posición pero muy amarga, en la prueba de ómnium a tan solo cuatro puntos del bronce. El francés Benjamin Thomas, profesional con el Cofidis, llevó la locura al velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines (164 puntos) con el portugués Iuri Leitao (153) y el belga Fabio van den Bossche (131) completando el podio. En sus otros dos Juegos, Torres había sido sexto en la persecución por equipos en Londres 2012 y sexto en madison con Sebastián Mora en Tokio 2020, donde también fue décimo en ómnium.
El corredor del Movistar, de 34 años, fue una hormiguita en las pruebas que conforman el ‘decatlón’ de la pista. Octavo en el scratch, séptimo en tempo, la eliminación le penalizó más con una decimotercera plaza y en la puntuación jugó sus bazas para meterse en el podio. Inteligente y con el fondo que le da la ruta, fue puntuando (17 logró en los esprints) y ganó dos vueltas (20 puntos cada una). Viendo el podio muy cerca, en las últimas vueltas intentó ganar una vuelta más con otro ataque, pero le faltaron metros. Faltó poco para que su valentía se materializara en bronce.
Un poco por sorpresa, Torres, fue designado a última hora por el seleccionador, Félix García Casas, tras la última concentración en Palma para el ómnium, en el que fue bronce mundial en 2017 pero para el que estaba destinado Mora. Y se demostró acertado.
Ahora, a ‘Go Torres, go Mora’ les queda la baza de la madison el sábado a las 17:59 (50 km en los que los dos se van dando relevos, puntúan los esprints intermedios cada 10 vueltas y si se gana vuelta son 20 puntos extra). Juntos fueron bronce (2016) y plata mundial (2018). Pero no disputan esta prueba desde el mes de marzo, cuando fueron segundos en la Copa de Naciones de Hong Kong. “Fue reconfortante, porque nos dio un plus de confianza porque hacía años que no subíamos al cajón en Copa del Mundo”, advierte Torres, más cerca que nunca de acabar con una sequía de la pista que se extiende desde Pekín 2008, 16 años.