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JUEGOS DE INVIERNO

Queralt, nómada del halfpipe 16 años persiguiendo su sueño

Queralt Castellet, plata olímpica, comenzó en la gimnasia, superó el suicidio de su pareja y entrenador Ben Jolly en 2015 y pasa su vida fuera de España.

QUERALT CASTELLET
QUERALT CASTELLET COE

"Soy yo misma haciendo snowboard". Queralt Castellet (Sabadell, 32 años) se expresa sobre una tabla con la que hace magia. Así lo lleva haciendo desde niña, cuando sus padres, de los primeros locos del snowboard en España, inculcaron la afición a su hija, que iba para gimnasta (artística) y acabó convirtiéndose en la segunda mujer del mundo, tras Kelly Clark, en planchar un 1.000-80 (tres vueltas en el aire). Una acróbata de la nieve a la que le faltaba el reconocimiento olímpico y lo encontró por fin en el halfipe de Zhangjiakou.

"Siento que la montaña y la nieve me lo han dado todo, y yo se lo agradezco en la medida que puedo haciendo del snow mi forma de vida", cuenta Queralt, que comenzó en snowboard (primero en el cross en el que llegó a ser campeona de España en 2005) sobre una tabla Morrow, de 110 centímetros, que era más grande que ella y que guardan sus padres en casa.

De Sabadell, al Pirineo. Y del Pirineo, a una vida nómada ("no tengo casa", recuerda) para mejorar en el halfpipe, por el que se decantó viendo vídeos. El primero de sus quintos Juegos llegó en Turín 2006, con sólo 16 años. Y 16 años llevaba persiguiendo el sueño de la medalla. "¡Fue increíble! Encontrarme con todas las chicas que tenía en la pared de mi habitación. Eran mis héroes, mis referentes... Mi sueño surgió allí. Me dije 'Quiero ser como ellas'. Fue un antes y un después. Me abrieron los ojos", cuenta.

Queralt se abraza a Chloe Kim al lado de Sena Tomita. El selfie de la española con sus compañeras de podio.
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Queralt se abraza a Chloe Kim al lado de Sena Tomita. El selfie de la española con sus compañeras de podio.LISI NIESNERREUTERS

Hizo las maletas. Primero a Estados Unidos a finales de 2009 para debutar en el US Grand Prix. Después a Nueva Zelanda, a la isla Sur y la zona se Wanaka para disfrutar de la nieve en el verano europeo. Siempre buscando un medio tubo sobre el que progresar. En  Laax (Suiza) donde tiene instalada ahora su base europea. En Cooper Mountain o en Aspen, en Estados Unidos... Días felices que se rompieron en 2015 con el durísimo palo de la muerte de su pareja y entrenador desde los 19 años, Ben Jolly, que se suicidó después de que le diagnosticaran un tumor cerebral. Pero Queralt supo agarrarse a la tabla de snow para salir a flote, como contó en el documental 'Ride to the Roots' de Red Bull. Un episodio que le costó dejar atrás, pero que superó en la nieve después de apartarse un tiempo de ella.

El año pasado, para seguir creciendo, fichó como técnico al doble medallista olímpico Danny Kaas, con quien ha alcanzado la plenitud. Risueña e hipercompetitiva, se apoya en la meditación para encontrar el equilibrio y domar la adrenalina. Doble medallista mundial (plata en 2015 y bronce en 2021), oro en los prestigiosos X-Games en 2020, a la catalana le faltaba la medalla olímpica para completar su palmarés. Y ha aterrizado en el segundo escalón del podio olímpico desde un país sin tradición en la especialidad. Con dos halfpipes (Sierra Nevada y La Molina) que se habilitan sólo para competiciones . "Sí me siento pionera, tengo que valorar que he sido la primera en muchos casos", decía en una entrevista. Como Paco Fernández Ochoa en esquí y Javi Fernández en patinaje. Otros que abrieron camino en la nieve y el hielo. Una pionera que por fin ha encontrado su premio olímpico.