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JUEGOS OLÍMPICOS | BALONCESTO

"Si Pau está tranquilo, todo está tranquilo"

La Selección viajó de Dallas a Tokio en un vuelo larguísimo con algunas incertidumbres, pero mentalizada y con el líder del grupo focalizado en el objetivo.

Tokio
"Si Pau está tranquilo, todo está tranquilo"
ALBERTO NEVADO

"Si Pau está tranquilo, todo está tranquilo", dice una voz muy autorizada de la FEB para resumir cómo vive el vestuario de la Selección española de baloncesto esta aventura olímpica que, después de saltar de Madrid a Las Vegas pasando por Valencia, Málaga y París, completa el recorrido con un vuelo Dallas-Tokio que transporta a los jugadores a la capital mundial del olimpismo estas dos semanas en el evento posiblemente más extraño que ha tenido lugar en la historia del deporte.

La Selección llega bien, pero obviamente con desgaste. En Nevada se ha hablado muy poco de baloncesto y mucho del descarte de Bradley Beal con Estados Unidos, el roce con Zach LaVine, ahora aislado, en el amistoso celebrado en el Michelob Ultra Arena, la libertad desatada de la población de Las Vegas, abierta al 100% como en tiempos prepandemia.

La presencia o no de Juancho en la lista final ha sido lo más cercano a hablar de baloncesto en la gira estadounidense, aunque es cierto que la Selección pudo hacer dos buenos entrenamientos, uno en el COX Pavilion y otro en el Michelob, en el que Scariolo trabajó aspectos tácticos que todavía no ha enseñado en los amistosos.

La preocupación de los jugadores era subirse al avión rumbo a Tokio, sanos y negativos en los test COVID. Y mentalizarse de que esperan unos Juegos duros, con una vida distinta en la Villa, llena de restricciones. Pero el primero que está mentalizado para eso es el mismo Gasol, que ni esperaba poder estar en el desfile inaugural por las restricciones y cree que sí podrá hacerlo. Y si Pau está tranquilo, el resto del vestuario también.