Moya destapa el tarro de las esencias
Autor de la asistencia en el 0-1 ante el Zaragoza y luego marcó el segundo tras una gran jugada personal. A veces tiene la puerta cerrada porque Salva Sevilla está haciendo una temporada memorable.
Toni Moya destapó el tarro de las esencias el sábado en La Romareda. El jugador emeritense dio una lección de dominio de balón, jugar con criterio, asistir e incluso marcar. La presencia de un jugador tan diferencial como Salva Sevilla en la plantilla le ha cerrado un poco las puertas pero, siempre que sale, templa el juego, saca faltas y córneres con maestría y demuestra su categoría. Se formó como canterano del Atlético de Madrid y desembarcó en Vitoria disputando el puesto a jugadores de mucha calidad. No ha explotado del todo pero el sábado dictó una cátedra.
El medio fue el autor de la asistencia del 0-1 con gol de Sylla. Botó una falta con maestría, con rosca, y dejó solo al senegalés que tuvo el mérito de desmarcarse y cabecear. Instantes después estuvo a punto de provocar el 0-2 con otro servicio similar, un poco más largo, al segundo palo. De hecho, ya en la segunda parte fue el autor del segundo tanto de los babazorros. Rober le metió un pase de mucho mérito, amagó y recortó, sentó a dos rivales y remató la faena. Minutos más tarde, el entrenador del Alavés, Luis García Plaza, lo sentó para agradecer su partido. Fue el mejor del Glorioso en Zaragoza.
Moya lleva dos goles, ocho disparos entre los tres palos, 1.055 minutos disputados, ha sido sustituido en seis ocasiones, ha realizado tres asistencias, ha jugado 26 partidos, ocho de ellos como titular, ha cometido 16 faltas, tiene tres cartulinas amarillas, ha realizado 495 pases y es autor de 86 recuperaciones. Todo ello en el marco de la temporada 2022-23. Siempre fue titular en la Copa del Rey pero ahora también se postula para tener protagonismo en la Liga. Se juega dos puestos por partido con Sevilla, Benavídez, Blanco y Balboa.
Luis García Plaza siempre suele decir de jugadores como él y Rober González, por ejemplo que “tienen tanta calidad que muchas veces me marcho a casa y me pregunto por qué no juegan más. Pero es que no lo pueden hacer todos y también hay otros compañeros que lo están haciendo de maravilla”. Si de algo sirvió el choque del sábado fue para demostrar que los planes B funcionan perfectamente en este equipo. Sacar a Jason, Rober o al propio Moya en el once inicial no es condenar al equipo a un bajón de nivel. En algunos casos, incluso lo contrario.