Sergio Ramos, en el punto de mira
El área del Sevilla es un vergel, sobre todo a balón parado. El camero, dueño de su zona en otros tiempos, sufre igualmente el bajo nivel defensivo de todo el equipo.
Los tres goles del Alavés llegaron tras balón parado. El empate en el Ferrol, después de un córner. El Athletic marcó un tanto venido de la estrategia y otro, de Vesga, que se paseó por las cercanías de Dmitrovic ante la pasiva mirada de la defensa. El área del Sevilla es un vergel y todas las miradas apuntan a los centrales, empezando por Sergio Ramos. Parece evidente que el de Camas y su compañero o compañeros de zaga (que han variado a lo largo de los útimos duelos: Badé, Kike Salas, Nianzou y Marcao, este viernes) no son los únicos culpables de que se desangre el equipo blanquirrojo. Pero Ramos fue fichado para apuntarlar la defensa. Y en este enero frío anda ocurriendo todo lo contrario.
Jesús Navas no tenía reparos en aludir a “una falta de concentración” la debilidad del Sevilla en faltas, córners y centros laterales: “Que nos hagan a balón parado tantas ocasiones no puede ser. Eso es falta de concentración. Hay que aplicarse, no se pueden ir los partidos así”. El técnico Quique Flores secundaba a su capitán: “El balón parado es lo más sencillo y lo hicimos mal, llegamos tarde a todas... El balón parado es una parte del juego pero para nosotros ha sido un martirio”.
Sergio ya no mantiene el dominio casi absoluto de las áreas, también de la rival en sus temibles remates de cabeza, que mostraba en otras épocas. Los 37 años pesan, igual que para correr hacia atrás y disponer de contundencia en los marcajes, como se le han notado igualmente en los últimos encuentros. Además, el camero ha propiciado alguna ocasión clara del enemigo en errores de pases fáciles. El runrún se instaló el viernes en el Ramón Sánchez-Pizjuán después de una jugada en la que dejó el balón para que los babazorros crearan una gran oportunidad que al final falló Luis Rioja. Contra el Ferrol y el Athletic, el 4 del Sevilla había protagonizado jugadas similares.
Quique busca soluciones para fortalecer una defensa que en sus dos primeros partidos como entrenador ante Granada y Atlético, con tres centrales, había respondido con una fortaleza que parecía olvidada. Pero ese mismo sistema hizo aguas en la primera parte contra el Athletic y decidió cambiar a cuatro atrás. Siempre con Ramos en el equipo, eso sí. Marcao ha aparecido en los dos últimos encuentros y no lo hizo mal en Copa, ante un rival de Segunda. Contra el Alavés, al brasileño se le vieron las costuras y la falta de ritmo después de haber competido poquísimo durante el último año y medio.
Tras la lesión de Gudelj, que venía actuando en esa posición, el técnico sevillista dispone ahora mismo de cuatro centrales más, pero Gattoni (que no ha entrado en la lista) parece destinado a marcharse en este mercado invernal, Nianzou no es fiable y/o se lesiona demasiado, Badé ha salido inesperadamente de las alineaciones y Kike Salas cayó muscularmente en este último partido, se prevé que para varias semanas. El Sevilla necesita zagueros más fiable. Pero Orta, ocupado en reforzar otras posiciones, no tiene ni dinero ni fichas para ocuparse de la defensa.
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