Samu salva un punto en Bélgica

Samu Omorodion es un delantero de los que ya no quedan, al menos en España. Los 9 como él están en peligro de extinción desde hace años. Es fuerte, potente, galopa, choca, embiste. Su presencia atemoriza a los rivales. Puede que no sea el más técnico del mundo, pero es un delantero que puede marcar época tanto en el Atlético como en la Selección si no se obvian sus cualidades dentro del estilo del tiqui-taca. Un gol suyo rescató un punto para la Sub-21 ante Bélgica en el primer pinchazo de La Rojita en la fase de clasificación. Aun así, los chicos de Santi Denia se mantienen como líderes de grupo y mantienen la misma ventaja respecto a sus perseguidores.

Antes de analizar el partido, hay que detenerse en Gabri Veiga. Ante Hungría solo jugó dos minutos con el partido ya cerrado y ayer fue, junto a Arnau Martínez, el descarte de España. Ambos son los dos únicos futbolistas de esta generación que fueron al pasado Europeo Sub-21, por el que pasaron de puntillas, y estaban llamados a liderar a La Rojita en esta nueva etapa, sobre todo el de Al Ahli. Pasados seis partidos, su papel en la Sub-21 es testimonial. Preocupante.

Quien volvió a ocupar la posición de Veiga fue Fermín, que entre jugones, ya sea en el Barça o en La Rojita, se mueve como pez en el agua. Todas las jugadas que pasan por sus botas se vuelven electrizantes. El problema es que sus asociaciones con Assane Diao y Diego López perdían fuelle cuando llegaban al área, donde a España le faltó remate en la primera parte. Bélgica, por su parte, llegó menos, pero pudo abrir el marcador por medio de Fofana, al que su disparo se le marchó por muy poco después de haber dejado atrás a Álvaro Fernández.

Primer gol encajado

La segunda parte comenzó con una galopada de Hugo Novoa por la derecha que obligó a Vandevoordt a hacer su primera estirada. El lateral, ahora cedido en el Utrecht, es un talento perdido por Europa que espera que el Leipzig se canse pronto de cederlo a ligas menores.

El partido se rompió en la segunda parte cuando Diego López cometió un penaltito a Matazo. De los que según Medina Cantalejo no se deberían pitar. Mitad carga, mitad empujón. Engels transformó el penalti en el primer gol que recibe La Rojita en esta fase de clasificación, pero por suerte para España, apenas hubo tiempo para el llanto. Tres minutos después, Samu, que había entrado poco antes por Carlos Martín, empató el encuentro. El delantero del Alavés ha sido suplente en los dos partidos de este parón, pero en cada uno de ellos, su entrada al campo le ha cambiado la cara a España, que en ataque evolucionó de gatito a tigre con su sola presencia. En los minutos finales estuvo a punto de convertirse también en asistente, pero Javi Guerra desperdició su dejada y España terminó pinchando por primera vez en la fase de clasificación al Europeo 2025. Un pinchazo insignificante después de que Escocia también empatara con Hungría y dejara las cosas tal y como estaban.

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