Rodrigo, míster MVP
El madrileño, jugador más valioso de la Champions y la Nations League la temporada pasada, fue elegido mejor futbolista de la Eurocopa. Su trayectoria le pondrá de nuevo en el escaparate. “Balón de Oro ya”, pidió Luis de la Fuente.
Ni la lesión que le impidió jugar la segunda parte de la final de la Eurocopa fue obstáculo para que Rodrigo fuese escogido mejor jugador de la Eurocopa. Hace unos cuantos meses, y con motivo de la Supercopa de España en Riad a la que acudió Luis de la Fuente, desde el staff de la RFEF había dos certezas. La primera era que Lamine Yamal estaría en Alemania, aunque en ese momento puntal estuviese jugando menos en el Barça. El tiempo ha dado la razón a aquel plan. La segunda, es que las opciones de avanzar en la competición estarían directamente relacionadas con Rodrigo. “Si está bien, sólo nos podrá ganar Francia. Seremos al menos semifinalistas”.
Aunque esta es una Selección coral, y hasta tiene un recambio de lujo como Zubimendi, Rodri es el faro y el termómetro del equipo. A sus espaldas recae el peso de un grupo que tiene numerosos argumentos, pero que se mueve al ritmo que quiere el madrileño.
Su trayectoria empieza a ser la de un jugador muy grande que ya está en los libros de historia del fútbol español. Aunque su prioridad, y en ello insiste, son los títulos colectivos, lo que ha hecho el jugador del Manchester City en los últimos dos años es muy grueso. Ha sido MVP de la Champions League, final incluida con el Inter de Milán. También ganó el MVP de la Nations League; y fue el Balón de Oro del Mundial de Clubes. Un palmarés individual que, más allá de ser más o menos mediático, le colocará de nuevo en la lista de candidatos para el Balón de Oro. Esta vez, incluso, con alguna opción más de estar en el podio. Porque lo de Rodrigo no es un año casual. Es ya una trayectoria en la que amasa, además de la Eurocopa conquistada en Berlín, una Nations League. Con el Manchester City ya ha ganado cuatro Premier League, una Champions, un Mundial de Clubes, dos Supercopas de Europa, una FA Cup… Y así unos cuantos títulos más.
“Veremos cuántos años voy a poder seguir a este nivel”, decía Rodri la pasada semana en una entrevista con AS. Ha terminado con 64 partidos, 50 con el Manchester City y 14 con la Selección. Ha terminado exprimido y roto. A sus 28 años, es seguro que tiene gasolina para unos cuantos más. Pero el esplendor está ahora, entre los 28 y los 30 años. Puede decirse que, si las lesiones le respetan, llegará al Mundial de Estados Unidos en uno de los mejores momentos de su carrera. Aunque estamos hablando de leyendas, Rodri se empieza a sentar en la mesa de jugadores gigantescos como Sergio Busquets, a quien ha sustituido con grandeza a una Selección a la que ya ha llevado a dos títulos.
El primero en pedir reconocimiento para Rodri fue el seleccionador .”Por favor, Balón de Oro, ya”, dijo Luis de la Fuente en la rueda de prensa oficial posterior a la final. El entrenador de Haro conoce mejor que nadie cuánto pesa en el equipo y el reconocimiento que tiene en el mundo del fútbol. Veremos si el jurado reflexiona y sube algún escalón. El año pasado terminó quinto.
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