¿Quién es Huijsen? El central que ‘ficha’ España es ambidiestro y fan de Ramos
Nació en 2005 en Ámsterdam, pero vivió desde los 5 años en Málaga. Rechazó al Madrid, al Barça y al Bayern para ir a la Juventus. A Mourinho le encanta. Mide 1,97m y tiene mucho gol.
Dean Huijsen (Ámsterdam, 2005) es seleccionable para España desde el pasado 21 de febrero, cuando el Gobierno aceptó su nacionalización por carta de naturaleza. Un proceso que inició la RFEF a finales de 2023 porque quería convocarlo para este parón de marzo con la Sub-21, con miras de que pronto alcance la Absoluta. ¿Quién es el central que España le ha ‘fichado’ a Países Bajos?
Dean nació en Ámsterdam, de donde es su familia. Unos Huijsen que, acostumbrados a ir de vacaciones cada año a Marbella, decidieron intentar continuar su vida allí. Encontraron trabajo y nunca más se fueron. Por entonces, Dean tenía 5 años. Se educó académicamente en un colegio bilingüe y, deportivamente, en el Costa Unida FC. Curiosamente, como delantero hasta su último año y medio, donde encuentra su sitio en el centro de la defensa. Y llamo tanto la atención del Málaga que le ficharon. Todo un evento canónico para el chaval. “Soy fan del Málaga, fue realmente genial vivir esa experiencia”, explicó en Voetbalzone sobre el primer día que Sergio Pellicer le permitió entrenar con el primer equipo, en febrero de 2021, con solo 15 años.
En la cantera del Málaga, ya empezó a vivir la vida de futbolista. No solo por todo lo bueno, como saltarse clases por los torneos internacionales o ir convocado con la selección andaluza, también por la crueldad del fútbol: cuando decidió que no seguiría en el Málaga, dejó de entrenar con el primer equipo. Una decisión que tomó antes del verano de 2021. El Real Madrid invitó a su padre Donny (exfutbolista que compartió equipo con Kluivert y Seedorf en la cantera del Ajax) a visitar Valdebebas. Jordi Cruyff también se puso en contacto con ellos para reclutarle para el Barcelona. Y el Bayern y la Premier también se ofrecían, aunque con la segunda opción siendo menos atractiva por las restricciones del Brexit.
Pero quien le encandiló fue la Juventus, quien se presentó con un plan específico para él. El filial juega en el fútbol profesional (Serie C esta temporada), algo que también valoró positivamente. “No me impresionó mucho todas las ofertas que tenía. Soy un tipo tranquilo y solo busco lo que es mejor para mí y mi carrera. Italia es un buen lugar para aprender a ser defensa”. Lo tuvo claro, aunque su adaptación no fue sencilla. Vivió en un hotel seis semanas y los primeros entrenamientos los pasó estando muy enfermo. “Dos meses después me acostumbré y me gustó mucho. Mi italiano mejoró y ahora lo hablo con fluidez”.
En Turín, como hizo en Málaga, fue un adelantado a su tiempo. La idea era que jugase la segunda temporada con el equipo Sub-19, pero terminó uniéndose al Sub-23. Allegri también le quiso ver en un entrenamiento con los mayores: “Fue muy divertido y educativo. Son jugadores que normalmente solo ves en el FIFA”. Le tocó cubrir a Vlahovic, Morata o Chiesa, aunque el que más le impresionó fue Dybala. Por entonces, De Ligt jugaba en ese equipo y la comparación, por posición, nacionalidad, altura y color de pelo era inevitable. Aunque admira a Van Dijk por su uno contra uno y su ídolo, desde que tenía 9 años, es Sergio Ramos: “Es agresivo en el buen sentido y es muy bueno con el balón. Puede hacer de todo”.
Y como futbolista, puede parecerse un poco al sevillista. Por ejemplo, por su facilidad para el gol. En su primera temporada en Italia marcó ocho goles y en la siguiente, diez. “En el filial tiraba penaltis, pero también marco regularmente de cabeza”. Su 1,97 metros le facilita ser una amenaza por alto, aunque probablemente le falte coger algo de peso para chocar con los mejores delanteros del mundo. Y también por su calidad para sacar el balón jugado y sus recurrentes aventuras conduciendo desde atrás. Un dominio de la posesión que se puede apreciar en su mapa de calor de esta temporada. Controlar la pierna mala es uno de sus puntos fuertes: “Empiece a entrenar mi pierna izquierda cuando era pequeño. Mi padre pensaba que necesitaba un buen pie malo, así que siempre hacía veinte minutos de ejercicios con la zurda antes de ir a la escuela. Ahora tengo dos pies buenos”.
Su carácter también es algo que sorprende. En su debut con la Juventus (salió en el 78′ para defender un 0-1 en San Siro), se le vio sorprendentemente mandón (¡con 18 años!) colocando con los brazos a sus compañeros cuando buscaba líneas de pase en un par de ocasiones, invitando a los rivales a que le presionasen y causó un gran impacto un duelo individual con Kalulu en el que tumbó al francés con mucha facilidad. Una fuerte personalidad que le pasó factura en febrero, cuando marcó un golazo con la Roma y mandó callar al estadio Benito Stirpe de Frosinone. Su entrenador, De Rossi, le sustituyó al descanso: “Aprenderá de esto, es muy joven. No quiero regañarle en público. No volverá a hacerlo, los jugadores aprenden y crecen a través de la experiencia”. Unas vivencias que le ayudarán a no cometer errores como el que le costó a la Roma los cuartos de final de Coppa frente a la Lazio en un derbi de calentísimo.
Fue Mourinho quien le quiso para la Roma y quien le puso sobre el campo solo un día después de completarse su cesión. “Es uno de los centrales más talentosos de Europa. Será un jugador de primer nivel a largo plazo”, comentó el de Setúbal. Su actual entrenador también le dedicó elogios: “No hay límites para él, su conocimiento y lectura de juego, es algo que no se puede enseñar y él lo tiene, podría llegar a jugar también de centrocampista”. Lo dice, nada más y nada menos, que De Rossi, una leyenda como centrocampista. De la Fuente debe estar encantado.