“Morata me ha prometido la final como regalo de bodas”

A pocos metros del RheinEnergie Stadion, donde la Selección iba a firmar ante Georgia su pase a cuartos unas horas después, Alejandro Oliva recibe a AS en la recepción del Menniger Hotel Köln West. Oliva es peluquero, de Fuenlabrada, y desde la pasada Eurocopa se ha convertido en el hombre de confianza de los internacionales para cuidar al detalle sus cortes de pelo. No puede disimular su cansancio tras una jornada intensiva de estilismo en el complejo de lujo Der Öschberghof. El campo base de la Selección durante la Eurocopa, se convirtió también por unas horas en su barbería. “Me levanté el viernes a las cinco de la mañana. Desde Madrid cogí un vuelo a Múnich, y desde allí otras tres horas y media para bajar a la Selva Negra. En total estuve unas ocho horas, hasta la madrugada, cortando el pelo sin parar. Solo me detuve un cuarto de hora para comer algo y poco más”, relata. Por allí circularon muchos jugadores y parte del staff técnico de la Selección. No consigue precisar si fueron 16 o 17 en total, aunque sí recuerda que algunos como Cucurella, “ni se asomaron por allí”.

Su historia como peluquero de jugadores de fútbol se remonta siete años atrás. “El primero fue Vitolo cuando llegó al Atlético de Madrid desde Sevilla. Con el mismo boca a boca que tengo con mi gente del barrio, pero en los vestuarios, empecé a cortarle el pelo a varios futbolistas”. A día de hoy, varios jugadores del Real Madrid, del Atlético y del Rayo, se han convertido en sus clientes habituales. En periodo de grandes citas de selecciones como esta Eurocopa de Alemania, su volumen de trabajo aumenta, algo que se toma como una experiencia idílica. “He jugado al fútbol toda la vida y es lo que amo hacer, jugar al fútbol y cortar el pelo, así que esto es un sueño para mí”, se enorgullece.

Oliva tiene una relación muy estrecha con Morata, de amistad. El capitán de la Selección es quien ha promocionado su llegada a Donaueschingen para acicalar al vestuario. “Como también le corto el pelo en Madrid a Joselu, a Carvajal y a algún jugador más, ellos hablan para ver qué peluquero viene. Yo vengo de parte de Álvaro (Morata), pero también estuvo por aquí el peluquero de Pedri, un chico de Barcelona que se llama Saúl, y hemos estado mano a mano los dos”.

El de esta Selección es un grupo joven, con muchos debutantes en una competición como la Eurocopa. Para Oliva también es la primera trabajando con muchos ellos. La del de peluquero es una labor con doble responsabilidad, el de la parte estética, y la confidencialidad. “Cuando le cortas el pelo a algún jugador nuevo al que no conoces tienes más cuidado. También a la hora de hablar de según qué temas. Hay algunos a los que les gusta hablar más, otros a los que les gusta hablar menos... Pero bueno, como son gente normal, te dejas llevar y te adaptas”.

A propósito de nombre propios, Nico Williams también pasó por las tijeras de Oliva antes del partido de octavos ante Georgia. El del Athletic luce uno de los peinados más extravagantes del torneo, pero no ha querido hacer ninguna “promesa” sobre un cambio de estilo radical pese a los buenos resultados que sigue celebrando la selección. “Cuando llegue la oportunidad, si se meten en la final, ya se hablará, no quiere gafar nada”, cuenta Oliva. Remiro es al que señala como el jugador con el pelo “más agradecido” y al que “hagas lo que hagas le queda bien”. A Lamine Yamal todavía no le ha cortado el pelo. Espera hacerlo algún día porque “va a ser la estrella de España durante muchos años”.

Oliva concluye la cita con AS con el deseo de que este viaje no sea el último durante la Eurocopa. “Me caso el 13 de julio, un día antes de la final. Si llegan, que espero y deseo que sea así, a ver cómo gestiono con mi mujer venir a Alemania un día después y celebrar la Eurocopa con el anillo puesto. Morata está invitado, pero me ha prometido la final como regalo de bodas”.