Más deberes para Lamine
La ausencia de especialistas en el once de España ha animado a De la Fuente a darle la responsabilidad de la estrategia.
El niño Lamine Yamal, estudiante de segundo de ESO, aumenta sus tareas en la Selección. En parte, sorprendió verlo el pasado sábado en Berlín sacando los córners y hasta animándose para lanzar una falta directa en la segunda parte que, finalmente, acabó en la barrera. Se juntan dos factores que han animado a De la Fuente a darle la responsabilidad en los tiros a balón parado. La primera es la ausencia de especialistas en la suerte en el once inicial de la Selección. Uno de los mejores, Grimaldo, ha empezado en el torneo en el banquillo y puede que continúe siendo suplente debido al excelente rendimiento de Cucurella en Berlín ante Croacia.
La elección de Lamine, sin embargo, no tiene nada de gratuito. El extremo criado en Rocafonda ya trabaja específicamente hace tiempo con las faltas directas y tiene un buen catálogo de lanzamientos, especialmente desde su lado bueno para el golpeo, el perfil derecho. Puede colocarlas por encima de la barrera o en el palo del portero.
Eso sí, la que tuvo en la frontal del área contra Croacia se le fue a la barrera. Sin embargo, de un córner ‘indirecto’ botado por el azulgrana llegó, después de la combinación con Nico Williams y Fabián, el 3-0 de Carvajal contra Croacia. Colocar a Lamine en el saque de esquina tiene la ventaja de la doble amenaza. Puede intentar el golpeo directo, pero también el mano a mano sacando en corto y apoyándose en un compañero.
El balón parado suele exigir un proceso de perfeccionamiento en el futbolista. En Can Barça, Lamine tiene el mejor ejemplo con Messi, poco interesado en el inicio de su carrera en las faltas directas hasta que, cansado de ver a Ronaldinho y Deco ensayarlas al final de cada entrenamiento, empezó a practicarlas hasta convertirse en el mejor del mundo en la suerte.
En todo caso, la elección de Lamine como elección número uno en el balón parado habla de un jugador con un peso específico importante en la Selección pese a no haber cumplido aún los 17 años. Y es una señal de confianza en la que Luis de la Fuente también ha valorado el punto de confianza que puede darle al benjamín del vestuario. Que el balón de los tiros directos pase por sus pies es una manera de empoderarlo con vistas al desarrollo del torneo.
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