Lamine, listo para hacer historia

Es inevitable que muchos de los ojos en el centro deportivo SV Aasen en Donauenschingen se dirijan a Lamine Yamal. El chico de Rocafonda, que celebra sus goles con el 304 (los tres últimos dígitos del código postal del barrio de Mataró donde creció) para no olvidar sus orígenes, es uno de los grandes focos de atracción de la Eurocopa. Lógico, si se advierte en que está a punto de convertirse en el jugador más joven de la historia del torneo con 16 años y once meses (cumplirá 17 añitos el próximo 13 de julio). Ese será el primer registro que, de tener minutos, batirá en el Olympistadion de Berlín este sábado a partir de las 18:00 horas. Hasta hoy, el futbolista más joven en una Eurocopa era Kacper Kozlowski, que debutó con 17 años y 246 días en el España-Polonia de la pasada edición en La Cartuja. Kozlowski, por cierto, había pulverizado una marca que sólo le duró seis días a Jude Bellingham, que debutó con 17 años y 349 días en un Inglaterra-Croacia.

Después de debutar con la camiseta del primer equipo del Barça con 15 años y nueve meses en la temporada 2022-23 en un partido contra el Betis en el Camp Nou, este ha sido el curso de la consolidación de la joya de La Masia. El 8 de octubre de 2023 se convirtió en Granada e el goleador más joven de la historia de LaLiga con 16 años y 87 días. También es ya el jugador más joven en ser titular en un partido de Champions, en jugar un Clásico, en llegar a 50 partidos con la camiseta azulgrana. Y, ya en clave de la Selección, pulverizó dos registros que tenía otro azulgrana, Gavi. Con 16 años y 57 días debutó y marcó en su estreno contra Georgia. Ahora, si marca durante el torneo, también batirá el registro del suizo Vonlanthen, que el 21 de junio de 2004 marcó en un Francia-Suiza (3-1). Veinte años después, la marca puede saltar por los aires. Aunque con lo que realmente sueña Lamine es con pulverizar el récord de Pietro Anastasi, que con 20 años y 64 días es el jugador más joven en marcar en la historia de una final. Lo hizo en el desempate del Itaia-Yugoslavia en Roma, en la Eurocopa de 1968.

Uno de los más mediáticos de la Selección junto a Nico, Rodrigo y Pedri, Lamine es una de las imágenes de la Eurocopa. Su nombre aún no está en la mesa de los Mbappé, Griezmann, Bellingham, Foden, Kane, Kroos, Bernardo o el último Cristiano, pero la expectación por ver qué es capaz de dar de sí con menos de 17 años le permite ser uno de los focos de atención en Alemania a apenas cinco días de arrancar el torneo. Es el wonderboy de la Eurocopa.

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