Iñigo sale del infierno de la fascia
Tuvo que operarse discretamente en junio después de una temporada difícil con el Athletic. Ha recuperado su nivel en el Barça y este domingo será titular contra Georgia
El fútbol vuelve a sonreírle a Iñigo Martínez (17-5-1991, Ondarroa). La temporada pasada fue difícil para él. Hasta en tres tramos de la temporada (agosto, enero-febrero y mayo) tuvo que parar. Muchas voces achacaron esas ausencias a la falta de acuerdo con el Athletic para su renovación. Mientras, además, su acuerdo con el Barça era un secreto a voces. Pero Iñgo no se estaba borrando de las alineaciones de Valverde. Lo que subyacía eran unos serios problemas en la fascia derecha, una de esas lesiones molestas que más hacen temblar a los deportistas.
Iñigo decidió cortar por lo sano y en junio, cuando ya tenía todo apalabrado con el Barça, se operó de manera discreta. La intervención sólo salió a la luz cuando se le preguntó directamente por el asunto el día de su presentación. “Fue una pequeña intervención, cinco minutos”, admitió ese día.
El verano no fue fácil para Iñigo. La rehabilitación fue lenta y apenas pudo hacer el trabajo del resto del equipo en la gira por Estados Unidos. De hecho, no debutó hasta el 3 de septiembre en El Sadar contra Osasuna. Xavi le sacó casi en el descuento para proteger el 1-2. Pero el de Ondarroa no empezó a jugar con continuidad hasta octubre. Su partidazo contra el Athletic, en el que inició la acción del 1-0 de Marc Guiu confirmó que estaba al cien por cien. Desde entonces, lo ha jugado todo en la Liga y ha desplazado a Christensen del once. En el Barça, y no sólo a Xavi, también a Laporta y Deco, les seduce por su personalidad en el campo. Es agresivo, gana duelos, juega sin miedo, imprime carácter y saca bien el balón por el perfil zurdo. Contra el Alavés, otro ejemplo. Dio a Ferran el pase que significó el penalti del 2-1. A balón parado, defensivo y ofensivo, también es determinante.
Ocho meses después, Iñigo Martínez ha vuelto a la Selección, con la que tiene una relación ‘difícil’. Debutó hace más de diez años a las órdenes de Vicente del Bosque en un amistoso contra Ecuador. Ha ido con todos los seleccionadores desde entonces: Lopetegui, Robert Moreno, Luis Enrique en sus dos etapas y Luis de la Fuente. Pero nunca ha jugado un torneo grande. En mayo de 2021, renunció a la Eurocopa por “honestidad”, al asegurar que no se sentía en condiciones físicas ni mentales. El central ha admitido varias veces que trabaja con especialistas el aspecto psicológico y decidió parar. Algunas versiones también aseguraron que la nacionalización de Aymeric Laporte, que debutó con la Roja en junio de 2021, pudo influir en parte en la decisión. En septiembre de 2021 Iñigo estaba de vuelta, pero tampoco llegó al Mundial. Delante de él tiene la oportunidad de ir por primera vez a un gran torneo de selecciones. Tiene competencia. En el central zurdo, el mismo Laporte, a quien De la Fuente tendrá que vigilarle el rendimiento en su destino de Arabia. Pero también Pau Torres. En forma, sin embargo, hay pocos centrales mejores que el de Ondarroa.
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