Mundial Sub-20

Iker Bravo es un ciclón

El capitán de la Sub-20 muestra su mejor versión cada vez que se enfunda la camiseta de España, sea en la categoría que sea. Lleva dos goles en el Mundial.

Iker Bravo es un ciclón
RFEF
Ignacio Camacho
Redactor de Fútbol Internacional de Diario AS desde 2018. En 2013 entró en AS como becario y en 2015 hizo el Máster UAM-El País, que le permitió volver a entrar en el diario en 2016. Desde entonces AS es su casa. Escribe de fútbol internacional, las categorías inferiores de la Selección y, cuando le dejan, de cine.
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Si hay una cualidad que identifica a Iker Bravo (Cugat del Vallés, 2005) es su capacidad para no dejar indiferente a nadie. Su talento es innegable, pero las expectativas que había puestas en él desde muy joven han hecho que se haya fiscalizado en exceso su todavía corta carrera. Desde que salió de La Masia con solo 16 años rumbo al Leverkusen y tras su paso por el Real Madrid, donde jugó cedido en la cantera, cada partido de Bravo se ha mirado con lupa. Su relación con Raúl en el Castilla no fue buena y eso le llevó a ganarse fama de irreverente e indisciplinado. Sin embargo, Arbeloa sí supo sacar su mejor versión cuando le recuperó para el Juvenil A en su segundo año de cesión. Su rendimiento le valió para fichar por el Udinese hace dos veranos y la RFEF se ha beneficiado más que nadie de aquella segunda oportunidad en La Fábrica.

Bravo se ganó un puesto a última hora en la lista del Europeo Sub-19 de Irlanda del Norte. José Lana, entonces seleccionador, no había contado con él en la fase de clasificación, pero terminó convocándolo para la fase final tras su buen año en el Madrid. Y menos mal. Bravo lideró a España a ganar el torneo y acabó siendo nombrado MVP.

Evidentemente, equipos profesionales de las grandes ligas se fijaron en Bravo y el Udinsese fue quien acabó ganando la puja por el delantero. Aunque en su primera temporada en la élite jugó poco, Santi Denia le hizo debutar con la Sub-21 en noviembre de 2024 en un amistoso ante Inglaterra (0-0) en el que fue el mejor jugador de La Rojita.

Un septiembre para enmarcar

La falta de minutos en el calcio evitó que Bravo tuviera más continuidad con la Sub-21, pero David Gordo no dudó en incluirlo hace un mes en su primera lista como nuevo seleccionador, compuesta en su mayoría por los campeones del Europeo Sub-19. El delantero del Udinese fue titular en los dos partidos del parón y marcó el gol que desatascó el segundo duelo ante Kosovo (1-3) en la primera prueba difícil de La Rojita en este nuevo ciclo. Fiel a su carácter, no dudó en celebrar su gol encarándose con la grada local tras haber sido pitado durante el partido.

Aquel gol le sirvió para coger carrerilla. Dos semanas después, Gallardo le convocó para el Mundial Sub-20, siendo el único jugador de un club extranjero en la lista, y le nombró capitán de la Selección. Iker se ha tomado el brazalete muy en serio y se está destapando como un líder en el campo. Es el primero en ir a la presión, no rehúye los choques, mete la pierna en balones comprometidos y, además, aporta goles. Ante México lanzó un penalti a la escuadra y frente a Brasil anotó el gol que clasificó a España a octavos de final tras sentar al portero.

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En su club, todavía tiene un camino largo que recorrer, pero no hay duda de que cuando Bravo se enfunda la camiseta de España, saca su mejor versión.

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