Ferran y los piques en la Selección: “Siempre hay alguno cuando las cosas van bien”

Ferran Torres ha ido de invitado a ‘El Hormiguero’. El atacante del Barcelona se ha pronunciado sobre su estado de forma, su presencia en la Selección y en el Barcelona.

Nota contra Noruega: “Me pondría un 7. No metí un gol ni al arcoíris y el equipo ganó”.

Convocatoria: “Me entero cuando está dando la lista el seleccionado. Hablo con algún fisio para que me diga”.

Piqués con los rivales en la Selección: “Siempre hay alguna coñita cuando las cosas van bien”.

Bache deportivo: “La pretemporada de la temporada pasada tuve una lesión en el pie y no conseguí ponerme a mi nivel. Fue duro para mi cabeza. Este ha sido el mejor año de mi vida. He ayudado al Ferran que soy hoy”.

Recuperación: “Hay muchas horas de soledad y de rutina. Ahí decidí ponerme en manos de un profesional. Me rodee de profesionales para apoyarme en ellos y que fueran mi motivación diaria. Hay días que no tienes ganas de ir al gimnasio y que ellos te motivan. Jugamos cada tres días y no todos los partidos son buenos. Me cambió la forma de ver las cosas. Ahora creo en mi mismo y estoy agradecido. Tengo que dar las gracias a Ilia Topuria porque estar en su día a día me cambió”.

Ausencia de la Selección: “Gracias al año pasado he aprendido que me centro en lo que puedo controlar. Si vas convocado es un orgullo y sino que te sirva de motivación”.

¿Qué es más difícil recuperarse de una lesión o la confianza en uno mismo?: “La confianza en uno mismo. Hay que naturalizar el ponerse en manos de profesionales si quieres ser algo en la vida”.

No leer prensa ni redes: “En la anterior convocatoria metí dos goles y luego fui a rueda de prensa y ahí tuve un poco de chulería y lo dije. Por mi bien tengo bloqueada a toda la prensa. Sé lo que hago bien o hago mal en el partido. Si lees 100 comentarios buenos y uno malo te quedas con el malo”.

Apodo de ‘tiburón’: “Es una mentalidad. Soy muy competitivo y ambicioso. Tengo mal perder. Esas ganas de querer mejorar y van acorde a un tiburón”.

Mal perder: “Es mejor no cruzarse conmigo. Contesto muy mal, aunque lo he mejorado, cuento hasta diez. Alguien del equipo me llama el vinagre. En el colegio me he pegado por perder. El enfado me dura una hora. Lo he trabajado con el psicólogo aunque haga un mal partido”.

Orinar antes de un partido importante: “Sueles ir más porque te hidratas más. Antes de calentar voy rápido. Si estás en el partido te notas pesado”.

Gritos del entrenador desde lejos: “No escuchas nada hasta que no estás a dos metros”.

Crecimiento: “En un verano crecí 12 centímetros. Me tropezaba y me cambiaron de extremo a interior. Luego empecé a meter goles y fui más coordinado. A los 3-4 meses cogí la enfermedad del beso y estuve fatal 2-3 semanas. En el primer partido hice un hat-trick y luego subí de categoría...”.

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