España se complica la vida en el 90′

No era un partido brillante de la Sub-19, pero sí estaba siendo solvente hasta el minuto 90. Gracias a un gol de Yarek (y a la victoria de Francia ante Dinamarca por 2-4), España tenía en una mano, y acariciaba con la otra, el doble premio del pase a semifinales y la clasificación para el próximo Mundial Sub-20, pero el turco Fahri Ay, medio minuto después de saltar al campo, se apoderó de un balón que quedó sin dueño tras dos disputas aéreas, entró en el área y se sacó un exquisito zurdazo para poner el esférico lejos del alcance de Raúl Jiménez y empatar el partido. Un desencanto in extremis para La Rojita, a la que, en cualquier caso, le basta un empate en la última jornada ante Francia para lograr su doble objetivo.

José Lana mantuvo intacta la defensa, pero hizo cinco cambios del centro del campo hacia adelante (uno de ellos obligado por la ausencia de Rayane, expulsado rigurosamente ante Dinamarca), parcela en la que sólo repitió Iker Bravo. Turquía se hizo con el balón desde el principio, pero España se encontró cómoda en esa situación. Los otomanos percutían por la banda izquierda con Emir Bars y colgaban balones al área con una facilidad pasmosa, pero la defensa de La Rojita se mostró una y otra vez extremadamente solvente en el despeje. Apenas tuvo que reaccionar el portero Raúl Jiménez a un disparo de Yildirim desde la frontal y a un cabezazo de Bars.

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España encontró la vía de hacer daño a Turquía a la contra con dos ocasiones consecutivas. Primero Iker Bravo cruzó demasiado el balón ante Bayram (37′). Y un minuto más tarde la picadita de Pol Fortuny, que ganó en un cuerpeo con Yilmaz un pase en profundidad de Miguel Carvalho, se quedó corta ante la salida del meta turco.

José Lana movió el banquillo en el descanso con la entrada de Dani Rodríguez y Mella, pero el panorama no cambió demasiado. Lo que sí se alteró fue el marcador. El gol de España llegó desde la pizarra. Pol Fortuny puso un córner perfectamente a la posición de Yarek, quien, contundente en ambas áreas, se impuso a Sertkaya en el salto y adelantó a La Rojita. El tanto fue una razón de más para que España no se inquietara con que Turquía acaparase el control del esférico. Raúl Jiménez tuvo menos trabajo si cabe, auxiliado por una última línea defensiva que negaba un balón tras otro a los puntas otomanos. El que le puso en más apuros fue Emre Uzun con un par de intentos de gol olímpico de los que el guardameta, seguro por alto, salió airoso.

Dani Rodríguez tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja con un disparo desde la media luna que se marchó fuera. Quedaban diez minutos y Turquía se lanzó a la desesperada en busca de un gol que le mantuviera con vida en el torneo. El seleccionador turco, Soykan Basar, se guardaba una carta en la manga con la entrada de Fahri Ay, que marcó en el primer balón que tocó apenas medio minuto después de saltar al campo. La inercia con la que venía el partido dejó sin capaz de reacción a España y en el añadido, salpicado con una tangana, fue Turquía quien buscó el segundo. Un chasco en el último minuto para una España que, no obstante, sigue dependiendo de sí mismo y le vale el empate el lunes ante Francia para estar en semifinales y en el Mundial de Chile. Al menos, España se asegura jugar la repesca por la plaza mundialista entre los terceros clasificados.

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