Endrick se estrena en el Bernabéu... ¡Y marca a los 4′!
El diamante saltó al césped en el descanso, sustituyendo a Raphinha y tardó sólo 4′ en marcar: lo celebró abrazando a su padre en la banda.
Con 17 años, ocho meses y 5 días, Endrick se estrenó en el Bernabéu. Su primera vez. No será la última. En exactamente 117 días, este será su hogar: el 21 de julio cumplirá la mayoría de edad y estampará su firma en el contrato con el Real Madrid. Será efectivo lo que ya está acordado, cerrado. Su sueño se convertirá en realidad. “En los próximos meses me iré a España para jugar en el Real Madrid; sí, el equipo que siempre elijo en la PlayStation”, escribió ayer en una carta pública a Noah, su hermano pequeño (cuatro años). Podría añadir que ya sabe lo que es jugar sobre ese césped que veía en la videoconsola. Y marcar.
Dorival Júnior, para evitar romper ilusiones, quiso dejar claro en la previa que no iba a ser titular: su tridente sería el mismo que en Wembley, con Raphinha, Rodrygo y Vinicius, el hombre de la noche. Al menos, hasta el descanso, cuando empezaron los movimientos... y entró Endrick. Ovación al sonar su nombre en las alineaciones, aplausos al empezar a calentar a la media hora de partido y júbilo al entrar al campo. Llegó su momento. Un 26 de marzo que nunca olvidará.
Y un broche espectacular a un parón, del mismo modo, inolvidable: el pasado sábado se convertía en héroe nacional al marcar el gol de la victoria frente a Inglaterra. Un estreno en Wembley, como el tenor que debuta en la Ópera de Sidney. Cuatro días después, media mitad en el Santiago Bernabéu, con el 21 a la espalda. De momento, ese es su dorsal. Aunque no rehuye que le gusta el 9. También en el Madrid. “Ojalá llevarlo algún día”, escribió en su carta.
Gol a los 4′ y abrazo a su padre
Va por buen camino. A los tres minutos de saltar... gol y 2-2. El guionista del fútbol tiene estos guiños. De vez en cuando deja estos capítulos de cuento. Un balón muerto dentro del área, volea con la zurda, doble rebote en dos defensas y a la red. El jugador, enloquecido, corrió hacia la banda para abrazarse a su padre, que estaba en primera fila. Y estalló el Bernabéu, que llegó a entonar varias veces ovaciones con su nombre: “¡Endrick, Endrick!”. Empieza a sentir la fiebre por un futbolista que en cuatro días ha puesto el panorama patas arriba. Y la temperatura del termómetro de la ilusión entre el madridismo, al rojo vivo. Con ustedes, Endrick.
El lance con Cucurella
La nota negativa de la noche sucedió en el minuto 77: Endrick arrancaba en velocidad una contra, corriendo a la par que Cucurella. Y en esa disputa, toda sin balón, primero suelta un golpe con el brazo, luego propina una ligera patada al lateral y, para más inri, da una tercera patada que termina por derribarlo. Una acción que el árbitro saldó con tarjeta amarilla, pero que encendió al banquillo de La Roja, reclamando algo más. Saltaron chispas.
“Soñaba con mi primer gol en el Bernabéu”
Tras el partido, el joven brasileño se mostró contento con el gol anotado. “Lo hablé ayer en la cena, soñaba con marcar mi primer gol en el Bernabéu. Aquí nadie es mejor que nadie. Y estos dos goles se los debo a mis compañeros y a Dorival por su confianza. Estoy muy contento con lo que está pasando en mi vida y lo agradezco mucho”, aseguró tras el partido.
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