El factor Olmo
Jugó uno de los mejores partidos de su carrera de falso nueve contra Italia. De la Fuente ya lo ha utilizado ahí. Prefiere actuar de ‘10′ pero como ‘9′ saca de sitio a los centrales.
Dani Olmo jugó uno de los mejores partidos de su carrera profesional como falso ‘nueve’. Aquel invento de Luis Enrique puso patas arriba el España-Italia de la semifinal de la Eurocopa de 2020 (jugada en 2021) en Wembley. El partido le dejó un regusto muy amargo, porque después de volver loco a los veteranísimos Chiellini y Bonucci, a los que sacó de su posición y sus casillas; y darle la asistencia de gol a Morata, falló el primer penalti de la Selección en la tanda, determinante después del primer fallo de Italia. En frío, sin embargo, el partido le dejó un gran poso. Entre otras cosas, porque le permitió asentarse como uno de los grandes valores de la Selección.
Chiellini y Bonucci ya no son los centrales de Italia. Ahora juegan Bastoni y Calafiori, pero jugar con Dani Olmo de falso nueve en algún momento del partido contra la Azurra en Gelsenkirchen entra dentro de los planes de Luis de la Fuente quien, antes incluso de que lo hiciese Luis Enrique, le utilizó por momentos en esa posición en varios partidos de la Sub-21. La primera vez, en junio de 2019 contra Kazajistán. Olmo respondió con un gol.
Cuentan, aquellos que le conocen bien, que Dani Olmo es un “enfermo del fútbol”. Lo devora en la televisión. Y también lo entiende. Por eso, y aunque hace pocos días ya declaró públicamente que su posición preferida es la de ‘10′, lleva toda su carrera desenvolviéndose en todas las posiciones del ataque. Su prioridad, más allá de la posición que ocupa, es tener los socios correctos en el campo para poder expresarse lo mejor posible en el campo. En principio, el plan de Luis de la Fuente es repetir con Morata en el once. Sin embargo, el seleccionador tiene dos balas en función del plan del rival con vistas al partido de Gelsenkirchen. La del nueve killer, Joselu; o la de Olmo, como delantero flotante que intenta confundir a los centrales.
A Olmo le ha tocado empezar en el banquillo. En Berlín, entró en la segunda parte con el partido roto. Se le notó todavía algo falto de ritmo. Pero dio la sensación de que irá a más con el paso del torneo. Y eso, en el fondo, beneficia a De la Fuente, que necesitará piernas frescas si la Selección llega lejos en la Eurocopa.
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