DOCUMENTAL DE LA SELECCIÓN EN PRIME
El capitán general de España
Rodri se erigió como uno de los líderes para la conquista de la Eurocopa. Fue clave contra Georgia, como plasma el nuevo documental de la Selección.
13 de junio de 2024. Donaueschingen, Alemania. El fortín de la selección española en la Eurocopa. Un día antes del último partido de la fase de grupos ante Albania. Los de Luis de la Fuente ya estaban clasificados como primeros de grupo y la opinión sobre España había cambiado de forma radical: de un grupo “sin estrellas” que no ilusionaba a una selección que había presentado su candidatura a ganar el torneo después de las exhibiciones ante Croacia e Italia. Así comienza el segundo capítulo del documental “Un equipo llamado España. El camino hacia la cuarta”.
“Jugar siempre hacia delante. Insistir en las finalizaciones: centros, remates, tiros… les animábamos a que lo hicieran. No dudar en atacar al rival, es un mensaje que va calando y los jugadores lo tienen interiorizado”, explicaba Luis de la Fuente mientras que los internacionales realizan ejercicios de cara a portería una y otra vez.
Llegó el día del partido, el partido que terminó de formar a la familia. Jugaron los menos habituales con Jesús Navas a la cabeza, el futbolista más veterano, ante su último gran torneo con la Selección. Tuvo mala fortuna: en el primer minuto se llevó un golpe muy duro en un balón dividido. Al descanso, en el vestuario, Navas llamó a los médicos y le vieron un hematoma grande al hacerle una ecografía rápida en la zona. El seleccionador fue decidido a sustituirle, pero el lateral se negó. ¿La razón? Carvajal estaba apercibido de sanción y en caso de ver una amarilla se perdería los octavos de final. “Mirar por el grupo y por la familia que somos es lo que nos va a hacer conseguir éxitos”, dijo Navas. Un jugador de equipo y una persona excepcional.
España ganó 0-1 con gol de Ferrán Torres y todos los jugadores seleccionados, excepto Álex Remiro, habían contado con minutos en el torneo al término del partido. Una figura que destacan, tanto el seleccionador como el capitán (Morata), y le agradecen por su generosidad y contribución al ambiente del grupo.
Octavos de final, el momento ‘R’
30 de junio, la primera prueba de fuego, los octavos de final contra Georgia. O lo que es lo mismo, el partido de Rodri. España empezó perdiendo con un desafortunado gol en propia de Le Normand. La Roja dominaba y tenía ocasiones, pero pasaban los minutos y el gol del empate no llegaba. La ansiedad se apoderaba del juego de la Selección que, pese a dominar, no estaba haciendo su fútbol.
“He vivido muchas veces estos partidos en los que, quizás, quieres hacer más de lo que toca. Vi que era el momento adecuado para parar. Tomé esa decisión de parar el partido, literalmente, detener el tiempo y decirles a mis compañeros que se ordenaran y transmitirles calma", explica Rodri su gesto en el que pide calma con las manos, tras detenerse en el campo. “Es el mejor en su puesto y es nuestro motor. A partir de ahí, fuimos desarrollando nuestro fútbol después de ese bloqueo", afirmó Carvajal. Además de ser el líder, fue el encargado de desatascar el partido con un zapatazo para empatar en el minuto 38. La acción que descorchó el champán para terminar goleando 4-1 a Georgia.
Cuartos de final, la gran cita
Días de descanso antes de enfrentarse a Alemania, la anfitriona. Y España nunca había ganado a la anfitriona en una Eurocopa. Se antojaba una partida de ajedrez y así lo trabajaba en la previa Pablo Amo, el segundo entrenador. El plan era hacer ver a Rodri, o al mediocentro de la derecha, que se mantuviesen siempre por delante de los centrales y no saltasen. El miedo era que, al saltar, descuidasen su espalda y Kroos pudiese lanzar en carrera a Havertz, Musiala o Wirtz. “Si tú no estás fuerte por dentro, Luis, esta gente te juega por dentro porque tienen jugadores con muy buen pie”, explicaba Amo. El seleccionador propuso, entonces, igualar al mediapunta de España, Pedri, con el jugador más peligroso de ellos, Kroos.
El gran momento, ante 60.000 alemanes y un ambiente hostil. A Pedri, que iba a ser clave tanto en ataque como en defensa, lo lesionó Kroos en el minuto 8. En su lugar entró Olmo, la sorpresa de España y el encargado de marcar el 1-0 apareciendo entre líneas. Con el partido en la mano, en el 89’ llegó el empate de Wirtz y el partido se fue a la prórroga. Tras mucho sufrir, apareció el salto milagroso de Mikel Merino para clasificar a semifinales. El resto es historia.
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