Cucurella, el lateral del pueblo, ha movido 100 millones

Hay quien define a Marc Cucurella como un “optimista del fútbol”. En el verano de 2019, su carrera, como la de tantos canteranos del Barça que no pueden romper el techo de cristal, estaba destinada a estancarse. El lateral izquierdo, nacido en Alella (22-7-1998), e incorporado al Barça procedente del Espanyol en edad cadete gracias al buen ojo de Franc Artiga, había tenido una cesión provechosa en el Eibar, donde Mendilibar no sólo le utilizó en el lateral izquierdo, sino que lo probó en una posición más adelantada, interior, en la que demostró un criterio con el balón aprendido, lógicamente, en La Masia. Pero después de que el Barça le recomprase por cuatro millones de euros, Valverde prefirió al hoy bético Miranda como segundo de Jordi Alba. Le veía como un lateral más profundo, acorde a las necesidades del Barça cuando los equipos se cierran.

Cucurella decidió luchar. Se marchó cedido al Getafe y, mientras Jordi Alba se iba gastando, y el Barça probaba sin éxito al mismo Miranda o Júnior hasta la explosión de Balde, él dio pasos hasta volver a llegar a la superélite por otro camino. Primero, el Getafe lo compró por 11,8 millones en julio de 2020. Luego, el Brighton pagó 18 millones por el catalán en el verano de 2021; y, un año después, cuando parecía que su traspaso al City estaba hecho, el Chelsea se metió a última hora e invitó al futbolista a la isla griega de Mykonos. Todd Boehly, el dueño, le convenció con sus encantos.

Con su traspaso al Chelsea por unos 65 millones (según algunas fuentes, el coste total de la operación es de 74), Cucurella se convirtió en un futbolista capaz de mover cien millones de euros. Es el segundo jugador nacional que más ha generado, por delante de Fernando Torres (94), Diego Costa (93), Rodrigo (90), Kepa (80); y sólo por detrás de Morata (189). Cucurella, padre de tres hijos, es fácilmente reconocible por su pelo ensortijado, que muchos relacionaron durante un tiempo por la admiración que sentía por Puyol y David Luiz. Sin embargo, la decisión de que llevase melena fue de su madre, Patricia. Así, pensó, tendría notoriedad. Pese a que su llegada al Chelsea generó dudas entre la afición, ha comenzado a ganarse el respeto de la comunidad blue como hizo en el Brighton, donde la afición le nombró jugador de la temporada. Cucurella ha fundido el juego de posición de La Masia; el directo de Mendilibar, el competitivo de Bordalás o el directo de la Premier. Perfecto para Luis De la Fuente, que lo conoce desde hace ocho años. Le hizo debutar en la Sub-19, la Sub-21 y la olímpica. Estuvo en los Juegos de Tokio. Entonces, el titular fue Miranda. Tres años después, le ha tocado a ‘Cucu’, el diminutivo por el que todos le conocen en el vestuario.

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