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España - Suiza | Celestini

Celestini: “La humildad hace más grande a De la Fuente”

Fabio Celestini dejó su sello en el Getafe durante cinco años y ahora es el técnico de moda en Suiza, donde ha reconstruido al Basilea.

Celestini
DeFodi ImagesDeFodi Images via Getty Images

Su proyección como técnico está resultando meteórica. Fabio Celestini (Lausana, 1975) tomó hace un año el mando de un Basilea que era colista y ahora es segundo, a un punto del líder, practicando un fútbol alegre y ofensivo. Es obvio que la Superliga suiza está lejos de la Premier, LaLiga o la Serie A, pero su espectacular racha de triunfos y de goles (lleva 13 más que el Zurich, primer clasificado) está llamando la atención de muchos clubes europeos importantes. Ya había ascendido con el Lausana, ganado la Copa con el Lucerna y clasificado al Lugano para Europa League. Pocos conocen el fútbol suizo como este antiguo mediocentro que militó cinco años en el Getafe, aprendió a la sombra de Schuster y se ilusiona con un posible regreso a España.

Está usted de moda…

Estoy orgulloso porque estamos haciendo las cosas bien. Estoy en un club con una buena estructura y una mentalidad ganadora. Me ha tocado hacer un trabajo de reconstrucción, tengo la plantilla más joven de la liga y puedo decir que ahora estamos disfrutando.

Su equipo lleva una racha impecable y 13 goles más que el líder. Le gusta el fútbol ofensivo…

Llevamos cinco victorias consecutivas y practicamos un fútbol de ataque. Esa cifra indica a qué nos gusta jugar.

¿Schuster fue su gran maestro?

Bernardo tuvo una influencia enorme en mi desarrollo como entrenador. Le debo mucho. Él cambió mi mentalidad porque me hizo entender que daba igual el campo y el rival, la idea era salir a ganar siempre, incluso en el Bernabéu o el Camp Nou siendo nosotros el Getafe. Esa ambición cambió mi perspectiva.

Fue ayudante suyo en el Málaga en 2013 ¿Ahí tuvo claro que sería entrenador?

Yo entrenaba a niños en mi academia de Suiza y me encantaba, pero cuando llegó la llamada de Bernardo no pude negarme. No tenía experiencia, pero él cada vez me dio más responsabilidades y comprendí que mi futuro debía ir por ese camino. Es cierto que esa etapa marcó lo que vino después.

Tuvo también a Míchel y a Laudrup como jefes ¿de quién aprendió más?

Los dos eran fantásticos y me encantaba su filosofía. Habían jugado en clubs muy grandes y su idea era tener el balón y ganar, que es lo que todos queremos. Como jugador puedo decir que aprendí mucho de ambos.

¿Admira más a De Zerbi o a Simeone?

Por estilo a De Zerbi, porque mi idea de juego está más cerca de la suya, pero por mentalidad al Cholo. Lo que está haciendo Simeone desde hace tiempo en el Atleti es admirable. Tener esa capacidad de mantener su filosofía renovando el mensaje cada año es realmente impresionante. En ese aspecto me parece de los mejores del mundo.

Un entrenador debe ser también un buen psicólogo. Usted hizo un máster con Balotelli en el Sion…

Mario es especial. Nadie ha podido nunca con él. Tiene como una doble personalidad. Es de los mejores jugadores que he visto en mi vida, pero es verdad que es un poco complicado. A diferencia de lo que se pueda pensar, es un tipo amable y educado, que habla con respeto. El problema es que hace siempre lo que quiere y no hace mucho caso a los consejos. Le gusta salir y entrena cuando le da la gana. Podría haber sido uno de los mejores, pero nadie pudo encauzar su inmenso talento.

Tendrá decenas de anécdotas con él…

Yo no sabía qué más podía hacer y le dije que le iba a nombrar capitán para que sacase su espíritu competitivo y asumiera responsabilidad. Le gustó la propuesta y dijo que al día siguiente empezaría a tope. Yo le esperaba con mucha ilusión en el entrenamiento, pero no se presentó porque se quedó dormido (risas). Ese es Balotelli. Luego vino a pedirme disculpas, pero era su modo de actuar. Como persona le tengo mucho cariño, pero como jugador no tanto.

¿Cree que Ancelotti solucionará los problemas del Madrid?

Carlo es un maestro en eso. Se ha ido Kroos, ha llegado Mbappé y ha cambiado la dinámica del vestuario. Restablecer el orden lleva tiempo, pero en el Madrid todo es urgente. Estoy convencido que Ancelotti lo solucionará, como ha hecho siempre.

¿A quién ve como sustituto cuando se vaya?

Xabi Alonso lo está haciendo espectacular en el Bayer Leverkusen, conoce la casa y ha sido un mediocentro con una visión muy global y completa de cómo funciona un equipo. Los centrocampistas tenemos algo más en ese sentido. Tiene todas las papeletas para ser entrenador del Madrid y me parece el candidato perfecto, pero no olvidemos a Raúl. Algún día habrá que darle una oportunidad.

Hábleme de la figura de Luis De la Fuente y lo que ha conseguido con España ¿Cuál es la clave de su éxito?

Su personalidad y su mensaje. La forma de comunicar es muy buena. Es muy difícil darle una identidad de juego a una selección con el poco tiempo que hay para trabajar con los jugadores. España tiene una filosofía muy clara, pero también hay que manejar egos y convencerlos de que él es la persona ideal para guiarlos. Su humildad le ha hecho más grande.

¿Qué es lo que más le gusta de La Roja? ¿Es un modelo a seguir?

Absolutamente. Muchos clubs no tienen un modelo y en las selecciones es aún más difícil por la premura de tiempo para trabajar con los futbolistas, pero España ha elegido un modelo y lo mantiene. Ha habido un cambio generacional grande y siguen ganando. Eso es por algo. Tiene una identidad y apuesta por ella. Eso tiene un enorme valor.

¿Cuál es la mejor selección del mundo?

Veo a España muy por encima del resto. Puede perder algún partido, pero es un equipo, con mayúsculas. Se vio en Dinamarca. Sin Rodri, Carvajal ni Lamine, con Fabián, Nico y Morata en el banquillo, desarrolló un fútbol asombroso. Me impresionó mucho. Creen en la fuerza del grupo y eso vale mucho más que tener grandes individualidades. Esa es la clave.

¿El 1-4 de septiembre en Ginebra es la diferencia real entre las dos selecciones?

Siempre hemos creado problemas a España, pero ahora estamos en un momento de transición tras una gran Eurocopa. Se han ido Sommer, Shaqiri y Schar, que son líderes, y el camino se ha hecho un poco cuesta arriba, pero volveremos al nivel en el que estuvimos.

Acaba en 2026 ¿y luego?

Quiero ganar la liga con el Basilea. Después de eso veremos. Yo estoy enamorado de España. Allí es donde me gustaría dar el próximo paso. Como jugador me apasionó y como entrenador me encantaría vivir la experiencia.

¿Y si el equipo viste de azul mejor?

Siempre me ha encantado el azul (risas). El Olympique de Marsella, el Lausanne y el Troyes, en los que estuve, visten de azul y me fue muy bien. El Getafe me dio cinco años increíbles de mi vida y ojalá algún día surja la oportunidad de volver y aportar todo lo que he aprendido. Además, España me entusiasma en todo. Ahora, por ejemplo, estoy en Valencia.

¿En Valencia?

Mi mujer es de aquí y tengo gran parte de mi vida en Valencia. Vengo con frecuencia y esta vez con más motivo. Estamos en Albal y era obligado venir para ayudar porque esto es como una zona de guerra. Lo importante es que en unas semanas no se olvide que esta gente necesita mucho a todos los niveles. A muchas personas les ha cambiado totalmente su vida en unos minutos y no podemos dejarlos solos.

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