Busquets es el estilo: debut precoz y camino irrepetible
El capitán debutó con 20 años en 2009 y se retira después de 143 internacionalidades (el tercero que más), un Mundial, una Eurocopa y de haber marcado el sello del estilo de la Selección.
La retirada de Sergio Busquets supone algo más que el simple adiós de un futbolista para la Selección española de fútbol. El mediocentro del Barcelona, internacional desde 2009, se ha convertido en el tercer jugador con más partidos (143) y en el emblema de una manera de jugar y de un estilo heredado en la Selección por Luis Aragonés y continuado, con sus matices, por Vicente del Bosque, Julen Lopetegui y Luis Enrique, los tres seleccionadores que han recogido el testigo en largas etapas y que le han dado la batuta del equipo al de Badia del Vallés.
El propio ya ex seleccionador asturiano, antes de la disputa del Mundial de Qatar, resumió lo que suponía Busquets para la Selección. “Es como Rafa Nadal. ¿En que posición le pondríamos? Si conseguimos que el escenario del partido sea el de jugar en campo contrario y que las posiciones de presión sean cortas, Busquets es como Nadal, el mejor del mundo. Si el equipo es largo y se rompe, no. Pero no veo un centrocampista en el mundo mejor que él”, comentó el ex seleccionador, que incluso declaró que quería animarlo para que continuara un Mundial más.
La irrupción de Busquets en la Selección fue meteórica, como la que tuvo en el Barça. Pep Guardiola, que lo conocía de su etapa en el filial y quien lo potenció como mediocentro posicional al ver sus virtudes e inteligencia, le dio la titularidad en septiembre de 2008 y apenas unos meses después ya recibió la llamada de Del Bosque. Primero lo citó para un encuentro ante Inglaterra el 11 de febrero de 2009, pero no debutó hasta la segunda llamada, el 1 de abril en Estambul. España ganó 1-2 y Busquets empezó a convertirse en indiscutible. Tenía en esa fecha 20 años y ocho meses.
Primero formó pareja con Xabi Alonso en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en la Eurocopa de 2012, torneos que ganó la Selección española marcando además una manera de jugar basada en la posesión. Con Del Bosque, Busquets fue el tercer futbolista más utilizado, apreciado además por sus compañeros. “Tiene una visión especial para lo que puede pasar a su alrededor”, simplificó en aquel momento Javi Martínez, que vivió a la sombra en La Roja del propio Busquets. “No es el más rápido ni el más fuerte, pero es el más inteligente”, han resumido otros compañeros sobre las características del jugador, que se fue convirtiendo además además en uno de los líderes del vestuario después de la marcha de los futbolistas que habían conseguido el Mundial de 2010, principalmente Xavi Hernández (2014).
Para Julen Lopetegui, seleccionador durante el periodo de 2016 a 2018, Busquets fue también un pilar. “Hay alternativas que lo pueden cubrir, no igual, porque no hay nadie como él”, comentó el propio técnico en la fase de preparación para el Mundial de Rusia. En los momentos más delicados del futbolista, principalmente en el periodo 2019-21, Luis Enrique siguió apostando por su manera de jugar aunque se le dosificó en bastantes encuentros: de los 16 partidos anteriores a la Eurocopa solo fue titular en la mitad de ellos. La irrupción de Rodrigo Hernández, titular en el Manchester City, significó una la alternativa más sólida y su relevo en el futuro.
Los vaivenes que ha dado el Barça en los últimos años, que también han mermado el rendimiento del catalán, contrastaban con sus buenas actuaciones en la Selección. El mediocentro fue nombrado por la UEFA mejor jugador de la Liga de Naciones en 2021. Busquets ha marcado en estos 143 partidos dos goles y ha dado nueve asistencias, aunque su valor no se reduce a números sino a los valores intengibles que daba el futbolista en el juego.
Busquets no pudo ponerle el broche a su carrera en el Mundial de Qatar y se despidió de la manera más cruel posible. El penalti fallado por el capitán, determinante ante Marruecos, envió a la Selección para casa y a cerró el álbum de Busquets con una fotografía triste. Pero entre medio deja imágenes para la historia y el recuerdo con su sello inconfundible.