Aprobados y suspensos de España en la victoria ante Georgia: Nico y Lamine, la alegría de España

Así fue la actuación de los jugadores de España en la victoria y el pase a cuartos de final ante Georgia.

Unai Simón: En la primera parte estuvo de espectador, salvo en la jugada del gol de Georgia. En la segunda se fue arriba y casi se lleva un susto nada más empezar la segunda parte. El portero está para guardar la viña, dicho sea sin acritud.

Carvajal: Cumplió. Trabajó bien y mandó en su banda. Kvaratskhelia se cambió de lado porque le tiene aburrido. Se sacrificó para que Lamine encontrara espacios, doblándole constantemente para hacerle al chaval la vida más fácil.

Le Normand: No tuvo su día, y a eso se le juntó la mala suerte. Le Normand es un central que sufre ante delanteros rápidos y Kvaratskhelia es un rayo. Mejoró mucho en la segunda parte y resistió todo el partido sin ver la amarilla pese a que fue provocado reiteradamente.

Laporte: Algo mejor que su compañero, pero igualmente sufre cuando le buscan la espalda. En el inicio de la jugada estuvo mejor, aunque no tanto como ante Albania. En las jugadas a balón parado, un seguro.

Cucurella: El gol de Georgia llegó por su banda, y eso que estaban advertidos reiteradamente de que esa jugada había que abortarla. Por lo demás, bien. Insistió en ataque, dobló y trabajó. Nada que objetar a su empeño. Habrá aprendido la lección.

Rodrigo: Menos mal que fue el único que hizo caso al seleccionador y tiró desde media distancia. Así llegó el gol del empate, que fue un salvavidas. Si España no hubiera marcado el empate antes del descanso hubiera sido como escalar el Everets sin oxígeno.

Pedri: Hizo una primera parte para olvidar. Sin espacios le cuesta mucho. Pero la culpa no es suya, porque en modo alguno era un partido para él. Pedri, con los once rivales por detrás del balón, no es el jugador ideal y De la Fuente lo sabe.

Fabián: Tampoco hizo una buena primera mitad. No era un partido para florituras. En la segunda adelantó la posición y logró el gol que puso el choque de cara. Eso sí, gracias a un centro magnífico de Lamine, el mejor de España y del partido.

Lamine: Lo intentó una vez y otra frente a dos rivales pegajosos. No cejó nunca en el empeño y en la segunda parte se echó el equipo a la espalda y levantó el marcador con el centro a Fabián y unas ganas que aplaudimos todos. Cada centro de Lamine es un caramelo al área.

Morata: En la primera parte se sobrecalentó. Quiso marcar el segundo gol antes que el primero. Le sobró nervio y le faltó remate. Mejoró en la segunda parte, pero sin sacar pecho. Como siempre, nada que reprocharle en esfuerzo. Un ejemplo en eso.

Nico: Encaró sin desmayo, pero cada vez que recibía tenía a dos contrarios encima. Encontró su premio cuando pudo correr a campo abierto. Golazo que mató al rival como el rival quiso matar a España. Por suerte para Nico, Georgia sólo hay una. Bueno, amén de Grecia en 2004.

Sustituciones

Olmo: Tardó en entrar, pero cunado lo hizo se notó. Es el que mejor golpeo tiene de media distancia y marcó así. No era tan difícil, pero ningún otro se prodigó.

Grimaldo: Entró al final y cumplió sobradamente. Combinó muy bien con Nico.

Oyarzabal: Encontró los espacios que no tuvieron sus compañeros, pero no tuvo tiempo.

Merino: Aseado, sacando el balón bien y sin complicarse la vida. No era el día.

Navas: Cumplió la misión y evitó el riesgo de que Carvajal viera una amarilla que le hubiera impedido jugar contra Alemania.

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