Y Javi regresa al Tartiere
El aficionado que hace cinco años estaba solo en el estadio ovetense relata para AS su historia de 2019 y confía en que el Córdoba se afiance en el fútbol profesional
La última vez que se enfrentaron Oviedo y Córdoba se vivió un partido trepidante y de goles que acabó 3-3. Se podría decir que ese partido, disputado un 21 de abril de 2019, no pasó a la historia del fútbol mundial, pero quedó para siempre el ejercicio de amor y fe de un aficionado del Córdoba, que se ubicó en la grada visitante.
Javi Jiménez fue el único seguidor desplazado desde Córdoba para ver la contienda. El equipo blanquiverde iba descontando días para confirmar su descenso a Segunda B y la distancia con la capital del Principado de Asturias no invitaba a un desplazamiento masivo. Sin embargo, él quiso estar.
Cinco años después aún recuerda ese episodio. “El Tartiere era de los pocos estadios de la categoría en los que no había estado y al coincidir con Semana Santa lo pude preparar con tiempo”, alegaba. Inicialmente iba a ser una excursión de cuatro, pero el resultado del fin de semana anterior en El Arcángel, un 0-4 ante el Lugo, hizo que Javi se viera “solo”. Pero no desistió y subió a su Tiburón, el Peugeot con el que viaja para ver al Córdoba por todos los estadios de España, independientemente de la categoría.
Tras hacer escala en Madrid en el primer día de ruta, estuvo dos noches en Oviedo conociendo la ciudad. En su agenda sí se reservó tiempo para esperar la llegada del equipo al hotel de concentración, donde le sorprendió un gran despliegue policial. Incluso bromeó con uno de ellos diciéndole que “no va a venir nadie más”. De hecho, en su foro interno pensaba que “seguro que me encuentro a algún cordobesista en el día de partido”.
Llegó al Tartiere y se dirigió a la zona de acceso a la grada visitante, ubicada tras una portería. Cuando entró, confirmó que “de Córdoba era el único”. Aunque sí estuvo acompañado por “los familiares de Loureiro y también por unos amigos de Fernández, el lateral que en su día también vistió la camiseta del Real Oviedo”.
Cuando empezó el partido, su móvil empezó a vibrar con fuera. “Estás saliendo en la tele”, le decían cuando le sacaron un primer plano celebrando uno de los goles del Córdoba. Cuando acabó el partido, en su camino hacia el hotel, tuvo tiempo para departir con seguidores oviedistas. Pero la dimensión de su imagen solo en el graderío del Tartiere la comprobó a través de la red social Twitter: “Ni me acuerdo de la cantidad de menciones que tenía”. En parte, ayudó un post con una foto en el estadio. Su “fama” le llevó a conceder entrevistas en España, Argentina, Turquía, Armenia y Uruguay. Javi asegura que “aquello fue tremendo”, al tiempo que no olvida “el trato de la afición del Oviedo y el del capitán del Córdoba, Alejandro Alfaro, quien me llamó varias veces. Me regalaron una camiseta”.
La muestra definitiva es que Javi, para muchos aficionados de España, se quedó con el apelativo de “el que fue a Oviedo”. Y hoy va a estar de nuevo en El Tartiere, aunque en esta ocasión sí ha encontrado compañeros de camino. Además, va ilusionado porque “la labor de Iván Ania es muy buena, porque le está sacando jugo, al igual que el año pasado”. Aun así, considera que “este Córdoba sigue teniendo dos caras: en casa es divertido y gusto, pero fuera la pelota no está entrando salvo en dos o tres partidos lamentables”. Pero confía en que el Córdoba se asiente en el fútbol profesional porque “con cuatro o cinco puntos más, que hemos merecido, estaríamos más arriba”. De ahí que espera que “con refuerzos, se puede conseguir el objetivo de la salvación tranquilamente”.
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