Y con diez no pierde
La expulsión de Albarrán condicionó al Córdoba en Málaga, pero supo rehacerse en inferioridad al igual que en el compromiso ante el Racing


La racha del Córdoba de imbatibilidad sigue abierta. Concretamente, asciende ya a ocho encuentros y da la sensación de que el equipo de Ania aún no sabe dónde está su límite. Y una prueba de ello es su capacidad para reaccionar en los momentos más delicados. Anoche en Málaga tuvo uno de ellos cuando Carlos Albarrán fue expulsado.
El lateral badalonés, cuando el cronómetro de la contienda señalaba el minuto 52, vio la tarjeta roja, según el acta del partido, por “derribar a un adversario, evitando su acción manifiesta de ocasión de gol”, así lo reflejaba el acta del colegiado Orellana Cid. Esta decisión fue corroborada por el VAR.
Con todo, las imágenes dejaron cierta duda. Porque Albarrán, antes del derribo, desvía el balón y Larrubia, en su ruta, no iba en dirección a la portería de Iker Álvarez. De hecho, el defensa catalán permaneció en el terreno de juego hasta que confirmó la decisión Milla Alvéniz desde la sala de vídeo.
A partir de ese momento, al Córdoba le tocó rehacerse. Ania movió el equipo a un 4-4-1, porque tenía que jugar más de media hora en inferioridad numérica. El cuadro blanquiverde se quedó condicionado y prueba de ello es que Rafa Rodríguez marcó pronto, aunque más rápida fue la reacción de Adrián Fuentes.
Pero el Córdoba estaba contra natura y prueba de ello es que volvió a encajar un segundo tanto del atacante malaguista, pero volvió a responder. Lo hizo en el minuto 100 con un tanto de Diego Bri, que ponía las tablas en el marcador y que propiciaba que, gracias a dos tantos con un jugador menos, salía manteniendo su serie de imbatibilidad de La Rosaleda.

Curiosamente, lo mismo que sucedió en el partido que abrió esta fase feliz del Córdoba en la presente temporada. Tuvo lugar en el minuto 78 del partido entre el cuadro blanquiverde en el compromiso que le medía al actuar líder de Segunda División, el Racing de Santander.
Entonces, Jacobo, quien ya tenía una amarilla, se vio obligado a hacer una falta en el centro del campo para impedir que Andrés Martín se presentase solo ante Iker Álvarez y hacer el 1-3 que hubiera sentenciado la contienda. Al madrileño le costó ese lance una amarilla mostrada por el aragonés Muñiz Muñoz y que suponía la segunda de su cuenta.
Y el equipo de Iván Ania se vio obligado a encarar los últimos diez minutos de partido en inferioridad. Pero se agarró al encuentro y esperó su oportunidad, que le llegó en el minuto 95. Entonces, Salinas soltó un codo en un intento de remate de cabeza de Rubén Alves y fue señalado el punto de penalti, acción del VAR mediante. Ahí empató Carracedo a dos.
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Curiosamente, el mismo resultado que se dio en Málaga con el agónico tanto de Diego Bri. Y, curiosamente, con la intervención del central hispano-brasileño, ya que fue quien puso la asistencia de gol al zurdo para que cerrara el marcador salvando un punto y con un nuevo ejercicio de fe. Helenio Herrera acuñó la frase de que “con diez se juega mejor que con once”, a lo que este Córdoba de Ania añade que “con diez no pierde”.
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