Waldo Rubio rompe el cero
Un buen gol del atacante -ya en la recta final-, le dió el triunfo a un fallón Tenerife ante el Marino en su primer amistoso de verano.
El Tenerife ganó su primer amistoso de verano, pero le costó más de la cuenta. Un poco porque el Marino le plantó cara y jugó muy serio, pero sobre todo por su falta de puntería en la primera mitad. Cuando el duelo se moría, apareció Waldo Rubio para romper el cero y darle el triunfo a los pupilos de Asier Garitano.
Fue Mo Dauda quien tuvo la primera ocasión clara del partido: el meta local se equivocó en la salida y el africano cazó el balón, pero no estuvo fino porque disparó desviado con todo a favor (2′). Con el correr de los minutos, el elenco sureño empezó a hacer pie en el campo. Llegando al cuarto de hora, Alassan probó los guantes de Kikvidze quien respondió a un disparo mordido del canterano. Había sido una buena aproximación de Aitor Buñuel por la derecha. En la siguiente acción, el Marino protestó un posible penalti sobre Nikita, aunque pareció ser falta fuera del área. De todos modos, el colegiado no pitó nada.
Empezó a insistir el Tenerife, ante un rival bien parado. Y cerca estuvo del 0-1, pero el disparo de Nacho Martínez, a la salida de un córner, dio en el larguero (26′). Instantes después, Dauda volvió a fallar solo dentro del área pequeña rematando al palo. El ghanés la tuvo otras dos veces más antes del descanso, pero primero su vaselina salió fuera y luego no llegó cómodo a una asistencia de Alassan.
En la segunda mitad, Garitano puso un nuevo once, compuesto por la mayoría de los fichajes y uno de ellos, Roberto López , tuvo una buena ocasión para anotar, pero tiró por encima del larguero (55′). Con dominio aplastante de balón, a los blanquiazules les costaba superar la última línea rival. Ángel no acertó tras una buena jugada de Waldo por la derecha (69′) y a la contra, el Marino avisó con un buen disparo de Alejandro que repelió Moha (71′). Se llegó a la recta final con un Tenerife desquiciado ante su falta de acierto, mientras el Marino se defendía con criterio. Hasta que, por fin, se abrió la lata merced a un buen gol de Waldo con un fuerte disparo cruzado.