Vicentedependencia
Dijo José Alberto que Iñigo Vicente no estaba para jugar 90 minutos porque llegaba algo tocado, con molestias musculares. No sé si estaría al 30%, 50% o 70%, lo que sí tengo claro (porque lo demostró) es que aún sin estar al 100%, es el mejor del equipo. Mejora (o inicia, en este caso) cualquier jugada de peligro. Controla, levanta la cabeza y asiste. Pasó con la de su tocayo, el de Ampuero, y también en el gol de Sangalli. Si Vicente no está, el Racing lo nota. Mucho. Y ayer se volvió a ver.
Los de José Alberto no estuvieron durante la primera parte. No es que me haya comido la palabra “bien”, es que directamente eché en falta al Racing sobre el verde de Butarque. Hasta que no les sacaron los colores con el 2-0 (o incluso el anulado a Franquesa), no entraron a competir. El resumen del primer tiempo era un Leganés que la tenía y un Racing que nada más recuperar, de lo atrás que estaba, se la devolvía al equipo de Borja Jiménez.
“Ha ganado el que lo ha merecido, el que lo ha buscado y el que más intensidad ha puesto” dijo José Alberto, que reconoció que “con 2-0 ya es tarde para conectarse al partido”. Aún así, con todo lo mal que estuvo, pudo puntuar. Muy probablemente Dani Raba debiera haber sido expulsado (faltando 40 minutos más el añadido) y, como poco, es más que descutible que Miguel de la Fuente no le hiciera penalty a Vicente.
La mejor defensa es un buen ataque
Si algo cambió José Alberto al Racing la temporada fue la forma de afrontar los partidos. De la improvisación se pasó al trabajo y de la defensa baja se pasó a la presión alta. La primera parte fue todo menos la seña de indentidad del Racing del ovetense.
Es cierto que el equipo defiende más atrás de la sensación que da, porque tiene estudiado cuándo y dónde subir la línea de presión. Pero ayer, sobre todo en la primera parte, era recuperar e instantáneamente perder. Acabaron tan atrás que cuando querían salir, ya no podían.
Lo de los córners...
Tampoco es cuestión de ensañarse, pero lo de los córners ofensivos del Racing es una asignatura más que pendiente esta temporada. Lo entrenan, mucho, pero no funciona. Tienen varias jugadas ensayadas, pero en ninguna se da con la tecla.
No es que haya malos lanzadores (Grenier e Iñigo Vicente tienen un guante) ni que haya mal juego aéreo(en contra ni sufres), pero lo cierto es que no se están rentabilizando los saques de esquina a favor (ayer se brotaron hasta 11) ni las faltas.