Versión digna, pero insuficiente del Racing de Ferrol ante el Depor
Los ferrolanos dieron la cara frente a los coruñeses, pero una vez más, un error en defensa y la falta de gol fueron la condena del equipo.
El Racing de Ferrol sacó frente al Deportivo el orgullo propio de un equipo que se sabe descendido, pero que intentó al menos dar la cara frente a su afición. La historia se repite conviviendo con la derrota desde principios de temporada con una plantilla que tiene su principal viacrucis de cara a la portería contraria. Tan sólo 18 goles en 33 jornadas son un balance paupérrimo para cualquier equipo que quiera como mínimo, optar a la permanencia. A pesar de mostrar síntomas de mejoría llegando al menos a la portería contraria, una vez más, la moneda volvió a salir cruz.
La ausencia de fútbol y calidad en la plantilla es evidente, pero al menos frente al Deportivo afloró un orgullo propio, dignidad y pundonor para dejar una imagen de lucha en un partido con las emociones a flor de piel. Tan negativa es la temporada del Racing de Ferrol, que incluso cuando el equipo al menos conoce cómo para el portero rival, eso ya es considerado como un síntoma para celebrar. La ausencia de mordiente arriba se convierte en una condena total si el grupo falla en defensa, situación que se suele repetir al menos una vez durante los últimos partidos. Así ocurrió en el gol de Yeremay que desequilibró el choque e incluso fue capaz de hacer el segundo con un error garrafal de Yoel, pero el árbitro se inventó una falta dentro del área, que evitó dar validez al bochorno del portero.
Es evidente que ver jugar como local al Racing de Ferrol se ha convertido en una pesadilla para sus aficionados. Tan sólo una victoria en toda la temporada en A Malata, que va camino de convertir a este equipo en el peor jugando en casa de las 36 temporadas que han disputado los ferrolanos en Segunda División. Pese a los destellos de orgullo, ganas de agradar y mejoría en ataque, el equipo no fue capaz de sumar una victoria que ni de lejos arreglaría el desaguisado de este ejercicio tétrico, pero al menos endulzaría la tarde por vencer en un partido de rivalidad vecinal.
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En lo que resta de competición con nueve jornadas de penitencia para el Racing de Ferrol queda en juego la dignidad de defender el escudo y la camiseta. Han sido muchos partidos esta temporada en los que la plantilla protagonizó una puesta en escena ridícula, en situaciones que pase lo que pase no deberían repetirse en lo que resta de competición. Hace tiempo que el Racing de Ferrol ha dado señales de que no era un equipo capaz de defender su puesto en la categoría. Poco o nada positivo existe en ello, pero sí lo hay, es que hay ventaja con respecto a sus rivales para planificar la próxima campaña, en la que no cabe otra idea que no sea formar un proyecto capacitado para luchar por volver al fútbol profesional.
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