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LAS PALMAS

Una manga ancha menguante

La plaga de lesiones deja a García Pimienta sin muchas de las herramientas para poder variar las dinámicas de los encuentros.

Una manga ancha menguante

Ha dejado caer en diferentes ruedas de prensa el técnico García Pimienta que a la hora de confeccionar una alineación no piensa solo en el once que va a saltar a estrecharse las manos con sus rivales y arrancar el partido, sino que pone en la balanza aquellas piezas que cree que le van a ser más necesarias o disruptivas con el paso de los minutos, según las derivadas que tome del encuentro.

Quizás el mejor ejemplo de esos planes para universos alternativos fue el choque en casa ante el Cartagena. Ante los de Carrión fue dando entrada poco a poco a jugadores que hicieron una primera función ofensiva y tras un tiempo pasaban a los laterales, para dejar hueco y refrescar el ataque. Como si de un asedio a una fortaleza acastillada de la edad media se tratara.

De ahí que los Marvin y Benito sustituyeran a los Pejiño y Óscar Clemente que salieron de inicio. Posteriormente tras diez minutos de acoso, sería el turno de los Vitolo y Moleiro quienes entraron por Álex Suárez y Sergi Cardona, haciendo que los dos primeros —Park y Ramírez— cambiaran el extremo como posición de partida por la de llegada. Siendo por ahí por donde llegaría el gol de la victoria.

Este acercamiento táctico al que ha venido acostumbrando García Pimienta a sus pupilos en gran parte de la liga, se le ha visto empequeñecido. Y es que la auténtica plaga de lesiones que asola la enfermería amarilla ha dejado al técnico prácticamente sin manga para cambiar los partidos.

Eso se vio de forma palmaria en el partido ante el Albacete cuando la mayor renovación que se vio fue en defensa más que en ataque. El entrenador catalán dio refresco a dos laterales y un central. Aunque no con intenciones de complot para revolver el cajón rival sino para intentar cortar la sangría por la que se le estaban colando los albaceteños a los amarillos bajo su mesa.

La única posibilidad estratégica que se pudo guardar el técnico amarillo fue la de aguantar el cambio de Álvaro Jiménez hasta el final por si un potencial 2-1 —o empate a dos— pidiera a los grancanarios ser más gavilán que paloma y fuera más necesario Fabio que el extremo andaluz.

Aún así, ya fuera por las circuntancias del partido, lo que saltaba a la vista en la previa era que el técnico amarillo no pudo ni completar la convocatoria, dejando hasta cuatro vacantes, acudiendo incluso a la despensa del filial, con Cendón o Joaquín. Y a pesar de ello, el técnico no quiso poner excusas a pesar de no poder contar con Valles, Park, Loiodice, Benito, Viera, Sandro y Vitolo se fuera a los tres minutos,