Un virus para dislocar el sistema
La baja de Javi Hernández por un proceso viral ante Athletic y Getafe condicionó un dibujo que, con el jerezano en el césped, es mutante y acordeón hasta en tres posiciones.
Hay ausencias que condicionan un once por la calidad del afectado, sobre el que descansa gran parte del peso competitivo de un equipo. También hay bajas que tienen un efecto similar, pero no tanto por la calidad del ausente (eso se da por descontado), sino porque supone arrebatar al sistema táctico la pieza que ejerce de clave de bóveda para todo el dibujo. Es algo similar a lo que le ha sucedido a Javi Hernández y el Leganés.
El defensa jerezano se ha ausentado de los dos últimos partidos con los pepineros por un virus que confirmó Borja Jiménez, su entrenador, después del partido ante el Getafe. “Hoy se ha levantado muy mal”, comentó el técnico, quién además reveló que desde el pasado jueves (día en el que el Lega recibió al Athletic) estaba aquejado de esta dolencia que, cuenta su entorno, le ha afectado fundamentalmente con fiebre y fuertes jaquecas. Algo así como un catarro, pero a lo bestia.
Pendientes hasta el último minuto
Tanto es así que, pese a que el jugador debería haber estado disponible contra el Athletic, pero desde ese día ya no estuvo en disposición y acabó fuera de combate contra el Getafe, tres días más tarde. Y eso que Borja Jiménez contaba con poder usarlo para el partido. “Creíamos que esa posibilidad en el once, con Javi, nos habría dado para línea de cuatro”, argumentó el técnico, quien, sin embargo, tuvo que replantear el once con una falsa línea de cinco en la que Juan Cruz ejerció de falso carrilero (sólo en el repliegue, casi siempre ejerció más de extremo) y Nastasic de falso central (casi siempre ocupó el lateral zurdo)
La ausencia de Javi Hernández, que hasta esta dolencia se había comportado como futbolista intocable, ha condicionado más todavía el once blanquiazul porque en su rol de defensa polivalente permitía a Borja Jiménez jugar, a la par, con defensa de cinco y de cuatro. Esto es: partiendo de la teórica posición de central zurdo, en ataque ocupaba más el costado pegado a la cal que el eje de la defensa, dando así libertad a su lateral (habitualmente Franquesa) para convertirse en extremo.
En el momento del repliegue, por el contrario, ofrecía opción de ser un central más. Además, en algunos partidos de la temporada, el jerezano se descolgaba hacia adelante para blindar la medular casi como volante interior, lo que también generaba sorpresas. Así dio la asistencia del 0-1 en Pamplona y la del gol anulado a Haller en Sevilla ante el Betis. Todo un ‘acordeón’ táctico con varias direcciones.
Sin Javi no hay ‘acordeón’
Esa versatilidad, sin Javi Hernández, se desvanece simplemente porque no hay jugador que pueda ejercer en ese rol. Así, ante el Athletic y Getafe, Nastasic ejerció de Javi Hernández y sólo frente al eterno rival se descolgó con un rol relativamente parecido. Porque contra los azulones, Juan Cruz sí que se adelantaba mucho más y al serbio le tocaba cubrir el lateral zurdo. Frente a los leones, la línea fue mucho más estática y sus caídas a banda, menos frecuentes.
Ocurre que, por muy bien que se despliegue, Nastasic no es lateral, sino un central nato que, en ocasiones puntuales ejercer en esa banda… pero no tan bien como Javi Hernández. En plantilla, Borja Jiménez no tiene lateral que le dé esa versatilidad. De ahí que su vuelta tras ese proceso vírico se haga importante. Su participación ante el Rayo debería ser factible, pero en Butarque mantienen prudencia.
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