Un mercado para elevar el techo del Ceuta
El Ceuta encara días de reflexión, pendiente de posibles salidas en las próximas semanas y con la idea de retocar el bloque para ganar fondo de armario. “Tenemos una idea de lo que queremos hacer”, señalaba José Juan Romero.

Pese a que el contexto deportivo podría invitar a la continuidad, el Ceuta afronta el mercado con la idea clara de no quedarse quieto. Los 29 puntos y una situación clasificatoria muy cómoda permiten trabajar desde la tranquilidad, pero no desde la conformidad. El club entiende que enero puede ser una oportunidad para dar un paso más, ajustar piezas y elevar el techo competitivo del equipo.
La primera premisa es firme: mantener el bloque que ha llevado al Ceuta hasta esta posición. La intención del club es que la columna vertebral del equipo permanezca, al menos durante estos meses, en la ciudad autónoma. El Ceuta es ahora un destino observado con atención desde fuera, algo lógico cuando el rendimiento acompaña, pero la prioridad pasa por conservar ese núcleo que ha dado estabilidad al proyecto. No se espera una desbandada.

José Juan Romero ha encontrado un once muy reconocible, con pocos cambios, pero también un grupo de futbolistas desde el banquillo que han respondido cuando ha sido necesario. El bloque no se resiente con las rotaciones, aunque existen casos concretos que no han ofrecido el rendimiento esperado y que abren la puerta a movimientos.
El más evidente es el de Manu Vallejo, una de las grandes apuestas del pasado verano. El atacante no entra en los planes del técnico y ni siquiera ha sido convocado en las últimas jornadas, por lo que su salida en este mercado parece un escenario claro. Junto a él, el club también valora situaciones como las de Andy Escudero, Juanto Ortuño o Gonzalo Almenara, futbolistas con un protagonismo limitado y cuya continuidad no está asegurada. Además, la ficha de Manu Sánchez es otra de las que el Ceuta puede utilizar para liberar espacio al ser lesión de larga duración. Hay que tener en cuenta que el Ceuta tiene cubiertas las 25 fichas profesionales.

En ese contexto trabaja la dirección deportiva, con Edu Villegas al frente, en coordinación constante con José Juan Romero. “El análisis de jugadores lo tenemos primado desde que empezó la temporada. Miramos futbolistas de Segunda División, Primera, Segunda y Tercera RFEF, además de perfiles sub-23 para el Ceuta B. También tenemos vistos jugadores de Primera División que no están jugando mucho, para que puedan salir cedidos. Esos nombres los tenemos controlados, a expensas de lo que piensen sus clubes”, explicaba Villegas en El Faro de Ceuta. Ese trabajo se intensifica durante este pequeño parón competitivo. “Ni el director deportivo ni el entrenador pueden desconectar en este periodo”, reconocía José Juan Romero la pasada semana. “Tenemos una idea de lo que queremos hacer”, añadía el técnico.
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En el capítulo de posibles salidas, la única situación que podría generar algo más de movimiento es la de Marcos Fernández, condicionada a una decisión del Espanyol. El Ceuta contempla este escenario desde hace tiempo y se mueve con previsión, sabiendo además que tendría un porcentaje en una hipotética venta. En cuanto a refuerzos, el foco está puesto especialmente en futbolistas de ataque, sin descartar que se puedan valorar incorporaciones en otras líneas del campo. El Ceuta trabaja con calma, consciente de que el fútbol discurre por estos caminos: cuando un jugador empieza a llamar la atención, el pez grande acaba apareciendo. La clave está en anticiparse, explorar caladeros menos evidentes y estar preparado. Enero será un mes para decidir si este Ceuta quiere, definitivamente, ir un paso más allá.
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