Un error en el contrato de Yeray le abre gratis la puerta de salida
El Racing pretende atarle con una cláusula de renovación por parte de club de carácter unilateral, lo que la convierte en nula de pleno derecho
Yeray se puede ir. Gratis. Por un error del Racing en el articulado del contrato que les unía. Otro lío de contratos. Otra vez con Víctor Alonso, el director general, responsable de la redacción de los contratos en el club, está en el centro del cuadrilátero. Él redactó la pasada temporada acuerdos con futbolistas de la cantera en los que fiaba la ampliación de los contratos a una cláusula unilateral en la que el Racing podría, por su cuenta, sin contar con el futbolista, prorrogar la estancia del jugador en cuestión dos temporadas más. Hace muchos años que la justicia ha dejado claro que es tipo de cláusulas son nulas de pleno derecho: pueden ser por causas objetivas (un ascenso, número de partidos jugados, número de goles...) o de mutuo acuerdo entre las partes, pero nunca puede decidir solo el club.
Nadie mejor que el Racing debiera saber que los agentes de Yeray, que han puesto sobre la mesa la situación, tienen razón. El equipo santanderino fue el primero en España que logró que un juzgado pusiera negro sobre blanco que este tipo de cláusulas son un abuso de poder de los clubes. Hace 17 años, en el verano de 2005, el Racing firmó a Óscar Serrano después de que esté, alentado y asesorado por el Racing, llevara a los tribunales al Espanyol, por un articulado idéntico, y lograra quedar libre para fichar por los de El Sardinero. En lo que fue, sin duda, visto el rendimiento en El Sardinero del catalán, una gran operación.
El contencioso con Yeray no es el primero de este tipo con el que se ha encontrado Mikel Martija al desembarcar en el club este verano. Otro de los más destacados del Rayo Cantabria la pasada temporada, Diego Campo, que comparte con el de Isla agencia de representación, YouFirst Sports, ya puso sobre la mesa la situación, que el Racing logró desactivar ofreciendo un nuevo contrato al torrelaveguense, que acabó aceptando. Así, hoy, en el arranque de la pretemporada del primer equipo ha estado Diego Campo trabajando a las órdenes de Guillermo Fernández Romo. Con Yeray, en cambio, la cosa está más complicada.
El talentoso zurdo de Isla, que cambio de agentes el pasado mes de abril, tiene ofertas para incorporarse a los filiales de la Real Sociedad, Valencia y Villarreal (en este caso Villarreal C, pero con dinámica de Villarreal B, en Segunda) y además de renegociar los términos económicos del acuerdo exige garantías de estar en los planes de trabajo del primer equipo desde el principio. Algo que, por el momento, no parece entrar en el guión de Romo, a diferencia de lo que ocurrió durante parte del curso pasado. En el Racing, si no logran un acuerdo de última hora, barajan dos opciones: encastillarse con un contrato que saben fallido pero que obligaría a Yeray a ir a los tribunales y tardar cuatro o cinco meses en quedar libre o, para evitar el sonrojo, desistir y dejarle marchar como si de una decisión deportiva se tratara. La conocida teoría de ‘mejor una vez rojo, que cien colorado’. Los dueños, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, tendrán la última palabra.
