Temporada feliz para los cedidos
Cuatro de los seis jugadores del Tenerife que jugaron a préstamo esta campaña en otros clubes consiguieron ascender de categoría.
Con la temporada 2022-23 tocando a su final, el balance de los futbolistas que el Tenerife decidió ceder a comienzos de temporada no puede ser mejor. Es que cuatro de los seis jugadores que salieron en busca de minutos en otros clubes consiguieron ascender de categoría.
Jorge Padilla Soler (Fuerteventura, 2001) es uno de ellos. Marchó en verano al Racing de Ferrol y pese a competir con rivales de peso como Alcorcón, Deportivo o Real Madrid Castilla, su equipo acabó como líder del Grupo I de Primera RFEF y regresó a Segunda División por la vía rápida y quince años después. El delantero intervino en 18 partidos y anotó un gol (al Mérida).
Igual de feliz fue la campaña para Yeremy Socorro Pulido (Las Palmas, 1999). El grancanario vio que su deseo de pelear el puesto en el lateral zurdo se le complicaba y aceptó el reto de ir al Antequera, con el que realizó una brillante temporada consiguiendo el ascenso a Primera RFEF tras sacarle diez puntos al segundo, nada menos que el Recreativo de Huelva. El defensa disputó 23 jornadas y marcó una vez.
Ethyan Jesús González (Santa Cruz, 2002) llegó a participar en la primera jornada con el primer equipo en Ipurúa, pero le apareció la posibilidad de jugar cedido en el Atlético de Madrid B y aceptó. Tras haber entrenado más de una vez bajo las órdenes del Cholo Simeone, este pasado fin de semana subió a Segunda RFEF con el filial rojiblanco. Cinco fueron los goles que logró el delantero este curso.
La temporada de Félix Alonso Expósito (Santa Cruz, 2000), tuvo vaivenes, pero con final feliz. La primera parte del año estuvo en el Atlético Paso, pero apenas disputó tres partidos. Entonces, en el mercado invernal, el centrocampista decidió bajar un peldaño, ir a Tercera División para reforzar al Tarazona y no le pudo ir mejor ya que enseguida cuajó en el esquema del entrenador y consiguió ascender recientemente mediante el Playoff.
A uno de los que no le fue bien fue a Rubén Díez (Zaragoza, 1993). Después de participar en 28 partidos en su primera temporada como blanquiazul, el atacante prefirió salir y recaló en el Deportivo de La Coruña, quien este pasado domingo se quedó sin opciones de ascenso al ser eliminado por el Castellón en una épica eliminatoria. El aragonés sumó 34 participaciones y tres goles.
Especial es el caso de Thierno Barry (Santa Cruz, 2000). El volante disputó los minutos finales del encuentro de la tercera jornada ante el Levante, pero luego marchó cedido al Logroñés, donde no cumplió con las expectativas -solo nueve partidos-, y regresó en el mercado invernal para reforzar a un Tenerife B que no logró clasificarse entre los cinco primeros para optar por el ascenso a Segunda RFEF.