Shashoua, el crack de físico endeble
El británico puso fin a su estancia de cuatro años en el Tenerife por la puerta de atrás, lejos de los terrenos de juego y recuperándose de una lesión. Mientras pudo, enseñó su talento.
Samuel Shashoua Sarmiento (Londres, 1999) entra dentro del perfil de jugador talentoso, con desparpajo, diferente, pero al que las lesiones le han impedido tener continuidad. Así, fuera del terreno de juego, fue como tuvo que marcharse el británico quien acabó contrato ayer con el Tenerife y no entra en los planes del nuevo curso.
En pleno proceso de recuperación de su última operación en el mes de marzo (pinzamiento y desgarro del labrum de la cadera izquierda, además de hueso heterotópico en el músculo aductor izquierdo), Sam se despidió mediante una carta de los aficionados blanquiazules. “Me entristece no poder ayudarles a conseguir un ascenso”, escribió el futbolista.
El texto, publicado en inglés en sus redes sociales, el atacante agradeció al Tenerife “por darme la oportunidad de jugar en una liga ‘top’ y mostrar lo que podía hacer. Gracias a todo el equipo médico y de rehabilitación por su incansable trabajo para ayudarme. Gracias a mis compañeros por estar en los buenos y malos momentos y por creer siempre en mí”, expuso.
Por último, también quiso acordarse de los aficionados blanquiazules. “Los dos últimos años han sido difíciles con las dos lesiones, pero nunca he sentido tanto amor y apoyo en mi vida”, reconoció “y me entristece que no pueda ayudarles a conseguir un ascenso que todos ustedes merecen. Estoy seguro que nuestros caminos se cruzarán otra vez”, deseó.
Lo cierto es que la estancia de Shashoua en la isla no empezó bien, quizás un preludio de lo que sucedería. Fue una apuesta de Víctor Moreno, quien le trajo de Segunda B tras un gran año en el Atlético Baleares. Sin embargo, unas constantes molestias en la espalda impidieron que pudiera debutar esa temporada (la 2019/20). En el mercado invernal, el atacante regresó a su club de origen en calidad de cedido para recuperar sensaciones.
Las siguientes dos temporadas fueron mucho mejores. Parecía que la situación mejoraba y las lesiones estaban olvidadas. El inglés demostró en pretemporada sus dotes y convenció a Fran Fernández, por entonces el entrenador, que con su habilidad y desparpajo lo convirtieron en el jugador distinto del plantel. Sin embargo, todo empezó a cambiar la campaña pasada, en la que el Tenerife se encaramó en la zona alta de la clasificación, pero ya la participación de Shashoua empezaba a mermar y en el tramo decisivo apenas pudo intervenir un rato en el encuentro de vuelta ante el Girona (1-3).
El pasado verano se apostó por un tratamiento conservador y si bien el británico empezó la Liga en condiciones, en la cuarta jornada tuvo que parar para operarse en Estados Unidos del pubis. Cuando parecía reestablecido y con ganas de volver, le apareció otra lesión, consecuencia de la anterior y ya no volvería a participar.
El 25 de febrero disputó sus últimos minutos con el Tenerife. Fue en la derrota en Gijón ante el Sporting (1-0). Poco después volvió a viajar a territorio norteamericano para pasar por el quirófano. Así, después de 82 partidos y 11 goles Sam dice adiós, con la sensación de no haber podido demostrar todas sus condiciones.