Sergio Arribas: “El jugador bajito no se puede perder”
El canterano del Real Madrid lidera (diez goles y cinco asistencias) el ataque del equipo andaluz, que aspira a volver a Primera. “Este Almería no tira nunca la toalla y eso se nota”.

Arribas está en su mejor momento. Pese a las dos derrotas con que el Almería despide 2025, está perfectamente colocado para pelear por el ascenso directo en la segunda parte del curso de la mano del canterano del Madrid, autor de diez goles y cinco asistencias. Arribas se pide para 2026 regresar a Primera. Y lo hace con AS.
¿Está Sergio Arribas en su ‘prime’?
Están yendo bien las cosas este año. Creo que a base de números está siendo mi mejor temporada de estas tres que estoy en el Almería. Siempre me he visto margen de mejora al nivel físico, que lo intento mejorar cada año, porque al final la exigencia cada vez es mayor. Y soy joven, me queda mucho por aprender, a lo mejor en lectura del juego, en cuándo bajar, en cuándo estar más arriba, en moverme por mi espacio...
Pero al final el físico, en un jugador de su complexión, es clave.
No es lo mismo jugar en el Castilla en Primera RFEF que en Primera o en Segunda. Es un periodo de adaptación que tenía que tener, llevándolo con el club, con el nutricionista, había que ganar más masa muscular para soportar los choques.
Su aterrizaje en Primera no salió como esperaba. Marcó goles, pero el Almería descendió. ¿Qué falló?
Llegué aquí con mucha ganas y a nivel de números y de juego creo que no empecé mal, pero no se nos dieron los resultados, creo que no ganamos un partido hasta marzo o así.. Personalmente, me quedo con esa espinita. Me he tirado toda mi vida en el Real Madrid, he vivido siempre en mi casa, con mis padres, y vengo aquí, a Almería, a vivir solo, era mi primera experiencia fuera… Los compañero me acogieron muy bien los compañeros, pero el año se dio como se dio. Pero van pasando los años, conoces mejor a la gente de Almería, conoces mejor al club, vino mi pareja a vivir conmigo… Esa estabilidad es importante.
Su pareja de toda la vida y fueron padres hace cuatro meses. ¿Echa en falta dormir?
No, no, se porta muy bien, parece que fue ayer cuando nació y ya casi tiene cuatro meses. Siempre te dicen: “Prepárate para no dormir, para no parar”. Pero se está portado bien, estamos muy felices.
Su padre taxista, su madre enfermera. Vocación pública en ambos casos. Los jugadores al final, y más si salen del Madrid, viven en una burbuja. ¿Qué le enseñaron que siga aplicando a día de hoy?
Lo que siempre me han dicho mis padres es que tenga una sonrisa siempre, que sea humilde con todas las personas por de donde venimos y por todo lo que hemos pasado. Al final, tú no sabes la persona que tienes enfrente, si una sonrisa le puede cambiar el día o incluso toda la semana. Para eso estamos todos. Y la palabra que me han inculcado desde pequeño es ser humilde.

Iba para crack del tenis, pero cuando le tocó elegir tiró por el fútbol.
Creo que fue a los siete u ocho años, no podía jugar un día el fútbol y otro el tenis. Se me juntaban entrenamientos. Siempre me ha gustado mucho el tenis. En verano, cuando tengo tiempo libre, intento jugar siempre, al tenis o al pádel. Fue una decisión dura, pero no me ha salido mal del todo. No sé hasta dónde hubiera llegado. Yo creo que no se me daba mal del todo, pero se me da mejor el fútbol.
En una entrevista con AS Abián Perdomo, anterior jefe de metodología de la cantera del Madrid, dijo de usted: “Es un futbolista impresionante y con un nivel muy superior a Segunda, que es donde está ahora”. A este nivel, ¿Arribas tiene que estar en Primera sí o sí?
El año pasado, la intención que teníamos todos en el club era volver a Primera, donde se merecía estar el Almería. Pero no se dio como esperábamos. Caímos en play-off contra el Oviedo y fue una decepción para todos, porque el equipo estaba hecho para subir. Este año hay mucha gente nueva, muchos jóvenes que están aportando otra visión. También ha venido Andrés Fernández, que está aportando esa veteranía en la portería. Somos un grupo muy bueno y yo creo que se están viendo los resultados.
En el Castilla se le caían los goles, como ahora. Pero le costó en las dos pasadas temporadas…
La primera temporada en Primera no es lo mismo que en Primera RFEF, es el máximo nivel y meter el primer año nueve goles, tal y como fue la temporada, no fueron malos números individualmente. El curso pasado sí pensaba que tenía que ser mi año, de números y de juego. Y no hice los números que me propuse, tengo esa espinita que parece que ya me estoy quitando este año. Espero que siga así.
¿Sigue habiendo esperanza para el jugador bajito y jugón?
Sí, al final son los que te dan otra visión de juego, los Pedri, como Lamine, los Güler. No tienen un físico privilegiado como otros, pero te ponen la calidad, el último pase, la calma en el juego que necesitas. Ese jugador no se puede perder, por mucho que el fútbol evolucione a lo físico.
El Almería se distingue por esa presión que hace arriba, por apretar. ¿Qué peso le da el cuerpo técnico?
Al final, si queremos estar arriba, si queremos pelear por el ascenso, tenemos que presionar, no solo la defensa, sino todos los delanteros. El ataque somos la primera línea de presión. O todos se exigen a nivel de defensa o es difícil jugar ahora mismo en la élite.
Y usted ahora está jugando en su sitio: de diez.
Siempre he jugado en esa posición, de mediapunta, de diez. Algún partido pasó un poco al extremo, el míster decide. Yo me siento mucho más cómodo, con la libertad que me está dando el míster para subir y bajar, para moverme por donde quiera. Esa libertad me hace coger más el balón, generar más ocasiones. Y eso se está viendo en los datos.
Se queja el míster de que dependen demasiado de Embarba y de usted.
Al final Thalys viene de Brasil, una liga muy diferente. Ha tenido su periodo de adaptación. Y Patrick del Huesca. Nosotros intentamos siempre dominar con balón, presionar arriba con mucha gente. Yo les veo ahora muy bien a los dos.
Ya ha pasado los 100 partidos con el Almería.
Se me ha pasado súper rápido y es un orgullo, es el club que me ayudó a dar el paso y jugar en Primera.
¿Cómo ha sido la transición del vestuario, desde el descenso hasta ahora?
Veníamos de ese año de Primera que fue durísimo para todos. Es un año que te acaba quemando. Pero volvimos con las pilas cargadas, para subir y resarcirnos un poco. Pero no nos salieron las cosas. Acabamos como acabamos, se fue gente y viene gente nueva con otra visión, con otras cosas que aportar. Es un grupo muy bueno, se está viendo en el campo cuando las cosas van bien y, sobre todo, cuando las cosas van mal, no tiramos la toalla en ningún momento. Y se ve en la clasificación.
¿El asunto de Aridane está cerrado?
Él, desde ese mismo día, nos reunió todos para explicarnos la situación. Nos pidió perdón, dijo que no quería que nos enteráramos por otro lado antes que por él. Al final, es un asunto que ya está cerrado, son cosas del club. Ellos ya le habrán dicho lo que le hayan dicho y ya se ha cerrado ese tema.
¿Sigue al Madrid de cerca?
No tanto como antes con nuestros partidos, pero sí lo sigo. Creo que Xabi Alonso está haciendo las cosas bien. Es el entrenador que necesita el Madrid. Ahora ha pillado una mala racha, pero tiene al equipo arriba en Champions y ganó el Clásico. El Barcelona se les ha ido un poco, pero hay que dejarle tiempo para que haga sus cosas.
El que ya no está en el Madrid es Raúl, su ídolo y su entrenador en el Castilla. ¿Se ha sido injusto con su etapa en el filial?
Yo pienso que sí, no se ha valorado suficientemente. Lo que él nos decía, y lo que decía también a la prensa, era que su objetivo secundario era subir a Segunda, y el objetivo principal era formar jugadores para la élite del fútbol. Y hemos salido muchísimos de esos cuatro o cinco años en el Castilla, ya sea en Primera o en Segunda aquí en España, o fuera de España. Hizo una labor increíble, exigiéndonos al máximo para que cuando saliéramos estuviésemos preparados. Fue muy buen trabajo.
Para salir, porque quedarse en el Madrid es otra historia. Han debutado Valdepeñas, Cestero, David Jiménez… Pero sigue costando que se confíe del todo en el jugador de La Fábrica. Perdomo lo comentaba en la entrevista con AS, refiriéndose a usted.
Me pone contento que debute la gente de abajo, es muy difícil. La exigencia del Madrid es máxima. Ser el mejor club del mundo te exige tener a los mejores jugadores. Si se te pone a tiro el fichaje de Mbappé, o el de Bellingham, cómo no vas a ficharles. Y subir a gente de abajo es complicado.

Cuando usted se fue, llegó Güler. Los dos son pequeños, mediapuntas, zurdos… ¿Puede el turco ser el motor del Madrid, como pretende Xabi?
Tiene que ser ese futbolista que tiene que mover el balón. Se le compara a veces con Modric o Kroos, que marcaron una época no solo en el Madrid, sino en todo el panorama del fútbol. Pero Xabi está intentando que Güler haga ese rol, manejar el equipo en partidos difíciles.
Contó también Perdomo que jugadores del primer equipo pedían que usted subiese a entrenar con ellos, por la calidad que tenía.
¡Pero a mí no me decían nada! Con Zidane prácticamente entrenaba todos los días con ellos y jugaba con el Castilla, iba alternando. Claro que te alegra oír que me pedían. Pensar que los mejores jugadores te piden para subir a entrenar con ellos te saca una sonrisa.
La mitad de su pase sigue siendo del Madrid. ¿El sueño de volver sigue vivo?
Sí, por supuesto. Siempre he sido del Madrid, he jugado prácticamente toda mi vida en el Madrid. Es el equipo que me ha formado y también el que me lo ha dado prácticamente todo. Ojalá pueda volver al Madrid algún día.
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