Seis meses del nuevo Leganés, seis claves de la era Blue Crow Sports
El 22 de junio de 2022, el Leganés dejó de ser propiedad de los Moreno Pavón para estar en manos de un grupo estadounidense. Éste ha sido su corto y agitado recurrido
Hoy, 22 de diciembre de 2022, se cumplen seis meses desde el Leganés cambió de propietarios en un movimiento histórico para el club pepinero. Fue un 22 de junio de este mismo año cuando, en una notaría de la calle Orense, en pleno centro de Madrid, los antiguos dueños, la familia Moreno – Pavón, propietaria de la entidad desde 2009 y autora de los mayores éxitos del Lega, vendió su paquete mayoritario a Blue Crow Sports, un holding estadounidense que, desde entonces, gobierna la entidad blanquiazul. El acuerdo se hizo oficial un día después. Medio año de nuevo reinado agitado que ha pasado de la inestabilidad e incertidumbre deportivo-social, al resurgir del primer equipo y un asentamiento empresarial en vías de expansión. Estos son las seis claves que han marcado los primeros seis meses de Blue Crow Sports al frente del Leganés.
1.- La pesadilla del límite salarial
El proceso de compra del Leganés fue asunto largo y complejo. Los primeros contactos se produjeron en septiembre de 2021, pero no derivaron hacia una negocia formal hasta principios de 2022. El camino se estiró más de lo previsto. Y aunque Blue Crow ya ejercía con poderes desde abril-mayo (no había decisión relevante que no se tomara sin la aprobación de los nuevos dueños), que la venta no se zanjara hasta junio provocó que algunos asuntos se trataran tarde, con incidencia directa en el mercado de fichajes. Uno de ellos fue el límite salarial.
Los nuevos dirigentes se encontraron a principios de agosto con que, con los fichajes ya ejecutados, su límite salarial se había sobrepasado. Su reacción fue buscar mecanismos para ampliar el margen y ajustarlo a las ambiciones de la entidad. Fueron necesarias palancas como la compra de acciones en autocartera, el autopatrocinio o activar los fondos CVC para fijar un tope de 15 millones de euros con margen de sobra para evitar sanciones en fichajes.
2.- Un mercado infernal
“Éste ha sido el mercado de fichajes más complejo desde que llegué en 2015″, reflexionaba rotundo Txema Indias al cierre de una ventana estival que fue tortuosa como pocas precisamente lastrada por el límite salarial. Un problema que se resolvió ya a las puertas del cierre que provocó descompensaciones en la plantilla. El club sólo pudo cubrir 21 de las 25 fichas profesionales y dejó vacantes en la delantera, el eje de la zaga o los laterales. Tampoco fue sencillo maridar el modelo que quiere fomentar Blue Crow Sports (basado en el Big Data y las nuevas tecnologías) y la metodología que venía usando el club.
El choque entre ambas fórmulas provocó tensiones, fichajes fallidos (Piotr Parzyszek) y la salida de dos de los ‘gurús’ del Big Data que había implantado Blue Crow. Sarah Rudd y Ravi Ramineni salieron, según la versión oficial, por fin de etapa y decisión personal. Otras fuentes apuntan a que el mismo club decidió que no siguieran.
3.- Inicio torcido y remontada
Aquellos polvos estivales provocaron en el inicio de curso un lodazal en el que el equipo blanquiazul encalló hasta la última posición de la tabla. En la jornada 8, el Leganés cayó ante el Albacete (1-2) y terminó colista de una clasificación que se tornó en pared vertical. Una cuesta imposible. Y todo pese a que los blanquiazules seguían dando la cara en cada encuentro. Sopa de sensaciones que no llenaba el estómago de puntos. Fue, admiten los nuevos responsables del club, el momento más complejo de este medio año. Pero su confianza en el nuevo entrenador (Luhnow a la cabeza) fue una de las primeras piezas para que el equipo remontara el vuelo hasta una revolución sin precedentes: con 26 puntos de 39 posibles, no hay equipo en la categoría que haya conseguido bagaje similar en las últimas 13 jornadas.
4.- Refuerzo institucional
Al mismo tiempo que la competición se desarrollaba con vaivenes agitados, el club fue poco a poco mullendo sus estructuras hasta cementar nuevas figuras inexistentes en el pasado. Todas las áreas han sufrido una transformación, aunque ninguna como la vicepresidencia, donde la contratación de Eduardo Cosín de Carvajal cimenta la cúspide de la directiva con ambiciones internacionales. Otras áreas como marketing, protocolo o cantera también han visto reforzados sus equipos. A ellos se ha unido una ola de regularizaciones contractuales, con la firma de contratos indefinidos por parte de muchos trabajadores insertados en la estructura bajo la figura de autónomos.
5.- Una nueva ciudad deportiva
En los hitos institucionales del club quizá el más importante logrado hasta ahora es la concesión demanial de la Instalación Deportiva Butarque, la ciudad deportiva blanquiazul que será de completa gestión pepinera durante los próximos 22 años con opción a otros 28 más. Esto es, medio siglo para poder operar en un espacio que será ampliado y, además, modificado con los fondos CVC. Se espera que en breve (el deseo del club es que antes de fin de año) se cierre también una concesión similar para Butarque.
6.- Anhelos de playoff
Es la piedra angular de lo que resta de curso, otros seis meses más en los que, con el mercado invernal como palanca para taponar fisuras en la plantilla, se pretende alcanzar el playoff de ascenso y, a ser posible, buscar el retorno a Primera División. Reto complejo, pero no imposible visto el rendimiento de un equipo que hace medio año cambió de dueños y que en tan corto y agitado periodo ha logrado transformarse hacia un futuro que, por ahora, pinta bien, aunque sin invitar a la euforia.