Sandro enciende las alarmas
El delantero se queda por segundo día en el gimnasio y se reactivan los temores en el club. “Nos encantaría que Sandro se quedase pero él tiene que hacerlo convencido”, explicó el director deportivo.
Sandro Ramírez lleva dos días consecutivos ejercitándose en el gimnasio sin sus compañeros por culpa de unas molestias musculares que en otras circunstancias no tendrían mayor trascendencia, pero el delantero utilizó la misma ‘excusa’ la pasada temporada para no entrenarse y forzar su salida al Getafe. En el Huesca están intentando convencer al futbolista para que se quede, pero la situación parece que no está clara: “Nos encantaría que Sandro se quedase pero él tiene que hacerlo convencido; si no, es malo para todos. Hemos hablado con él muchas veces, queremos que se quede y aporte lo que tiene”, explicó Ángel Martín González en la presentación del último fichaje azulgrana.
Los guiños del director deportivo y de Cuco Ziganda como entrenador son continuos, tanto en los entrenamientos como en las comparecencias públicas. Sin embargo, el jugador no arroja la toalla y quiere jugar en Primera División. En la entidad oscense han sido firmes en cuanto a su salida y el jugador debería traer cuatro millones por su traspaso o uno por su cesión, unas cifras que el Huesca no está dispuesto a rebajar.
Sandro ha cambiado de club durante las ocho últimas temporadas (Barcelona, Málaga, Everton,Sevilla, Real Sociedad, Valladolid, Huesca y Getafe) y no ha podido asentar su prometedora carrera. El futbolista tiene contrato hasta el 2024 y en El Alcoraz creen que una temporada en Segunda relanzaría su fútbol y su caché, además de que su posición en el Huesca de Ziganda sería de jugador estrella. Una circunstancia que el punta de 27 años debe estudiar y decidir qué es lo mejor para su carrera.