Rivales directos en la lejanía
El Leganés (líder pase lo que pase hoy) mira al Eldense como enemigo por la salvación. Tres zarpazos de morriña visitan Butarque: Bernal, Timor y Jaime Pérez. El Lega, sin descanso.
La tempestad es un término relativo. Obsérvese el caso del Leganés. También del Eldense (sigue el partido en directo en As.com). El primero es líder, con 36 puntos (sólo le restan 14 para su objetivo de salvación) y cuatro de ventaja sobre el segundo clasificado al inicio de la jornada. Se ha transformado en invitado inesperado en el baile por el ascenso. “Algunos habríamos firmado con sangre en agosto estar en esta situación”, dice Borja Jiménez, su entrenador. La definición perfecta. Pero tal ha sido su ritmo de crecimiento, que los cuatro partidos oficiales sin ganar que acumula (tres en Liga, uno en Copa) suenan a bache para la preocupación.
Es el mismo bagaje con el que el Eldense llega a Butarque: tres jornadas sin ganar y la eliminación en el torneo del KO a manos del Málaga, que es de Primera RFEF. Pero Elda deglute el momento con estómago de normalidad. Sin dramas frente al ambiente blanquiazul, algo más tenso. Curioso panorama que dibuja un desequilibrio de nervios: crecen más en la orilla del equipo mejor clasificado. Por eso el líder ha decidido tratar de resetear su mentalidad con un baño de humildad para recuperar la senda. También un baño de nostalgia.
El ejemplo de tres rivales
Hoy tres zarpazos de morriña visitan la Avenida de los Once Leones luciendo colores azulgrana. Bernal y Timor, como jugadores. Jaime Pérez, en el cuerpo técnico. Todos son miembros de un pasado glorioso que siempre tuvo en su génesis fórmulas obreras. El primero jugó de pepinero en tiempos de Segunda B y rozó el ascenso bajo las órdenes de Pablo Alfaro. El segundo consiguió subir a Primera como pieza clave en el esquema de Asier Garitano. El tercero, Jaime, fue acompañante del mismo Asier en su primera etapa madrileña hasta que el de Bergara hizo las maletas rumbo a la Real Sociedad. Tres ejemplos, tres, de la esencia que el Leganés pretende hacer suya para sobrevivir en la categoría y más pronto que tarde, regresar a la élite, eso sí, sin olvidar “de donde venimos”, que solía enunciar Garitano.
Varias fórmulas se podrían esgrimir para salir del bache. Una podría haber sido el de la exigencia desatada. Cambiar el paso, hablar ya abiertamente de ascenso y zambullir al equipo en la necesidad imperiosa del retorno a la excelencia. Pero al sur de la capital prefieren abrazar el ‘50-puntos-y-nada-más’. Baño de humildad precisamente para no creerse nadie, recuperar la exigencia y apretar en la anhelada vuelta a la imagen primigenia de esta temporada (por ahora) histórica.
Pellizcos al orgullo
“El Eldense es rival directo por la salvación”, repitió Borja en la previa del partido. Sorpresa mayúscula. O quizá no tanto. Porque semejante afirmación salpicada de otros pellizcos a su plantilla (“Para mí intensidad es estar siempre metidos en el partido” o “Los últimos goles encajados vienen por fallos individuales”) tratan de crear la receta perfecta con la que resetear las cabezas de los suyos en la recuperación de esa ambición desmedida. Nada de tener la panza llena a mitad de campaña.
Con Abzi como única baja (su lesión seguramente lo tenga fuera hasta después del parón Navideño), la vuelta a la victoria también dependerá de la pizarra del propio Borja. El nulo descanso que ha tenido la plantilla (48 horas entre Copa y Liga, 24 menos que el Eldense) condicionará un once que podría volver en Butarque a la defensa de cuatro. Miguel, Portillo, Raba o Franquesa parecen fijos.
Rotaciones para evitar el pozo
Todo ante un rival que llegó a soñar con los playoff, pero que vuelve a orientar su mirada al descenso precisamente por el bache de resultados. En lo deportivo, Fernando Estévez realizó numerosas rotaciones en la tarde copera, por lo que recuperará a la primera unidad de cara al partido en casa del líder. Así, la principal duda pasa por el eje de la defensa, ya que tanto Piña como Dumic jugaron en Copa y de uno de ellos saldrá el acompañante de Carlos Hernández como pareja de centrales. Además, Marc Mateu, que descansó el pasado miércoles, regresará al once para seguir siendo decisivo en el equipo, pese a su condición de lateral izquierdo. En punta, Ortuño y Andone pugnan por una plaza al lado de Soberón.
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