Ricard, mucho más que un lateral
El lateral fue decisivo en la victoria del Granada ante el Albacete creando el primero y marcando el segundo. Su aportación en ataque, vital
Ricard Sánchez Sendra (Sant Jaume dels Domenys, Tarragona, 22 de febrero de 2000) es mucho más que un lateral para el Granada. El catalán ha sido intocable para Aitor Karanka y parece que con Paco López no va a cambiar su rol. Incisivo en ataque, es capaz de desequilibrar un partido desde su lateral derecho como demostró contra el Albacete. Sus incursiones por la banda fueron fundamentales y permite a Puertas poder ganar el área y contar con un rematador más.
El Granada se atascaba en ataque. Contra un Albacete parapetado atrás y un hombre menos, los nazaríes no encontraban los caminos al gol. Hasta que apareció Ricard, determinante ante los albaceteños. No sólo porque la expulsión de Boyomos llega en una falta sobre él (plantillazo a la altura del tobillo), sino porque de una jugada suya nació el primer gol de los rojiblancos que abrió la lata. Su caño ante Alonso casi en línea de fondo fue una delicatessen más del catalán que centró a Molina. No llegó el de Alcoy al remate, pero si Callejón al rechace para poner el 1-0. No contó como asistencia, pero más de medio gol fue suyo. No contento con eso, poco después anotó el segundo (con ayuda del rechace del defensor) para dar tranquilidad al Granada.
El joven de 22 años se ha ganado un sitio en el Granada después de años sin conseguir asentarse. Tras empezar en el Nàstic, el catalán entró en la cantera del Barcelona donde estuvo hasta 2017. Pasó por el Toledo antes de llegar a a las categorías inferiores del Atlético. Como colchonero jugó y marcó en diciembre de 2020 en el debut con el primer equipo en Copa del Rey ante el Cardassar. En febrero de 2021 tuvo la alternativa en Primera ante el Levante. Su crecimiento era importante, pero, sin sitio en el primer equipo colchonero, ese mismo verano se desvinculó de la entidad madrileña y fichó por el Granada, donde firmó por cuatro años. Necesitaba jugar, era fundamental, y el conjunto nazarí decidió cederle al Lugo, donde explotó.
En Galicia, al fin, tuvo la oportunidad de tener continuidad en el fútbol profesional. 31 partidos en Segunda, 2.390 minutos, para demostrar lo que es, un lateral con mucha proyección ofensiva, calidad con el balón en los pies, trabajador y con mucho recorrido. Su gran temporada en Lugo convencieron al club nazarí que quería su regreso en el descenso del club. Una apuesta segura, que conocía la categoría y con una gran proyección. Desde entonces, Ricard ha sido titular siempre que ha estado disponible: 1.185 minutos en 15 partidos. El cuarto jugador con más minutos del equipo. Un gol y una asistencia, pero aportando mucho al equipo desde su lateral derecho.