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REAL VALLADOLID

Recordando al mejor Meseguer

El mediocentro recién incorporado por el Real Valladolid sobresalió en el Mirandés, donde fue uno de los centrocampistas más dominadores de Segunda.

Actualizado a
VALLADOLID. 16/08/23. PHOTOGENIC. PRESENTACIÓN DE JONY MONTIEL Y VICTOR MESEGUER COMO NUEVOS JUGADORES DEL REAL VALLADOLID.
PRG PHOTOGENIC

A Víctor Meseguer, quinto fichaje del Real Valladolid durante este periodo estival, Domingo Catoira lo definió como “un mediocentro moderno”, un concepto que viene a significar que es capaz de cumplimentar varios roles, alejándose del arquetipo de simple especialista que podía existir años ha. El epíteto de “versátil”, que también utilizó el director deportivo, refleja la capacidad que tiene el murciano de hacer diferentes cosas, y muchas de calidad, como se vio, sobre todo, en el Mirandés.

A nadie en el fútbol profesional se le escapa el ojo clínico que suele tener Chema Aragón, entonces responsable del área deportiva mirandesista, que firmó en el verano de 2020 a un jugador ya entonces observado por el Real Valladolid; que estaba bajo la lupa del equipo de Miguel Ángel Gómez. Aunque la pandemia cortó de raíz su evolución con el Real Murcia, el salto posterior de categoría no sesgó su crecimiento: desde su irrupción en Segunda se hizo con el mando y lo ostentó fuera quien fuese el entrenador: José Alberto, Lolo Escobar o Joseba Etxeberria.

Después de una primera campaña estimulante, en el que compartió escena con Javi Muñoz y Pablo Martínez, dos de los mejores mediocentros de la última temporada en Segunda, cambió de acompañantes y terminó de coger galones. A pesar de la cierta marejadilla que provocó el titubeo inicial con Escobar (que fue destituido), brilló en diferentes facetas, demostrando lo de “moderno” o completo al colarse entre los diez mejores futbolistas en su posición en varios aspectos claves en el juego.

Así, por detrás de Roque Mesa, fue el segundo mediocentro puro con más duelos terrestres ganados, 173, con un porcentaje de triunfo en estas disputas de un 54,23%, superior al de otros especialistas como Pedro Díaz, Samú Costa o Yann Bodiger. Con ellos rivalizó a nivel estadístico en otras acciones, puesto que fue también el séptimo mediocentro en entradas realizadas (74), el noveno en intercepciones (8) y el noveno en recuperaciones (229), lo que habla de una gran capacidad para ganar la posesión.

De la misma manera, en esa versión idílica de él se vio a un jugador capaz con el balón; tanto es así que fue el quinto de su posición con más pases totalizados, 2.019, eso sí, con un porcentaje global menor al 80% (79,25%) que superaron Aleix García, Manu Molina, Roque Mesa y Álvaro Aguado. Diseccionando su presencia con balón, fue el noveno que más lo tocó en campo propio y el octavo en campo rival, siendo, junto a los exblanquivioletas y Aleix García, el único presente en los dos ‘top 10′.

Sus prestaciones fueron algo menores en el último tercio, donde no impactó a la altura del futbolista del Girona o de Edu Expósito, si bien este actuó más como mediapunta, frente al espíritu más equilibrado de Meseguer, que, aun entrando en juego en campo rival, guardaba a menudo la posición sin descolgarse en demasía. Pese a esto, generó ocho grandes ocasiones, dio dos asistencias y marcó tres goles, una aportación nada desdeñable que, en el Pucela, solo igualaron Anuar y Mesa.

Todo esto hizo que el Granada abonase un millón y medio de euros por él, habida cuenta de que venía de ser uno de los centrocampistas más dominadores de la categoría. Coincidió, sin embargo, con Bodiger, que venía de rivalizar con él en esos números, con Petrovic y Pol Lozano, que le impidieron reeditar el protagonismo que había adquirido en Anduva en el Nuevo Los Cármenes, a pesar de mantenerse en unos porcentajes similares tanto en sus acciones con balón como sin él.

A sus todavía 24 años, cumplidos el pasado 9 de junio, volverá a tener competencia en Zorrilla, lo que no es óbice para pensar que puede reeditar algunos de sus mejores momentos. Dadas las capacidades narradas, así como aquello por lo que Pezzolano viene optando en este inicio de curso, no tiene por qué tener, efectivamente, un rol demasiado específico, a pesar de que sí existe la figura de un volante tapón más claro, por el momento, De la Hoz. Visto su pasado, puede ser la alternativa al exdel Almería, pero también el siguiente escalón, cubierto ahora por Monchu,, una versatilidad con la que a priori, siempre pensando en una buena versión suya, gana el Pucela.