Racing de Ferrol, anatomía de una profunda crisis
Los ferrolanos tan sólo han ganado dos partidos y suman 15 puntos en 18 jornadas. Sin atisbo de reacción, el fantasma del descenso es una realidad año y medio después del ascenso.
El Racing de Ferrol ha besado la lona de forma el grave el pasado domingo ante el Oviedo. Los gallegos en ningún momento estuvieron a la altura, ofreciendo una imagen deplorable para lo que es un equipo de fútbol profesional. Los aficionados no dudaron en mostrar su descontento al término del partido, tras ver sobre el terreno de juego un equipo sin rumbo y un Cristóbal Parralo en el banquillo incapaz de encontrar una solución.
Los ferrolanos están siendo acribillados por las diferentes lesiones musculares, que con el paso del tiempo, han habituado a que jornada tras jornada sean numerosas las ausencias en cada partido con partes médicos interminables. Otra de las acciones en el punto de mira es la confección de la plantilla, han salido jugadores importantes y han llegado medianías, incapaces de dar un nivel óptimo en la categoría. En un cóctel explosivo que está próximo a dinamitar, el club está sumido en una crisis de resultados que comenzó ya en los primeros meses de 2024:
Banquillo desgastado
Cristóbal Parralo es un entrenador que pasará a la historia por ser el líder del banquillo que llevó al equipo a entrar en Primera RFEF en 2021 y que consiguió el ascenso a Segunda en 2023. En el regreso a la categoría de plata firmó una primera vuelta de ensueño con 37 puntos, pero a raíz de la salida de Carlos Vicente (Alavés), siendo el mejor jugador del Racing de Ferrol en enero de 2024, comenzó una crisis de resultados que se saldó con una segunda vuelta con sólo 22 puntos. Unos números de descenso y unos meses con demasiado desgaste para el entrenador. A pesar de ello, tras conseguir el objetivo holgadamente, tanto el club como Cristóbal Parralo, decidieron renovar su compromiso el pasado mes de junio.
Construcción de plantilla errónea
La nueva confección de una plantilla ampliamente renovada por el binomio formado por Carlos Mouriz en la dirección deportiva y Cristóbal Parralo en el banquillo, no termina de cuajar. El Racing de Ferrol pasó un verano con salidas importantes como la de Iker Losada vendido al Betis por 2M€, Jon García (Albacete) o la marcha de un jugador indiscutible en el medio como Jesús Bernal (Sporting). En su lugar llegaron jugadores que no responden a las exigencias de la categoría como Manu Vallejo, Erick Cabaco (sin debutar), Dorrío o Chiki, entre otros, que evidentemente no es suficiente el rendimiento viendo los resultados. En un mercado en el que esperaron por jugadores como Alfon (Celta) o Nico Serrano (Athletic), que finalmente no llegaron, no acertaron en las apuestas realizadas. Por otra parte, casos como el de Bebé que fue la solución de urgencia en la banda izquierda, tampoco ayudan, más protagonista en las últimas semanas con sus ‘explicaciones’ fuera del campo, que por su rendimiento en el terreno de juego.
Plaga de lesiones
Desde que comenzó la temporada el Racing de Ferrol está siendo golpeado seriamente por las lesiones. Esto tiene una particularidad, que la inmensa mayoría son de tipo muscular. El club cambió al preparador físico con el ascenso a Segunda firmando la llegada de un hombre de confianza de Cristóbal como es Luis Fandiño, en lugar de Kiko Corredoira, que había sido el preparador físico del equipo en las dos temporadas en Primera RFEF. Más allá de lesiones musculares puntuales el año pasado como las repetidas de Chuca o roturas de larga duración como las de Josep Señé, este ejercicio son más de diez jugadores los que han tenido repetidas molestias o lesiones de tipo muscular. Ante esto convive el Racing de Ferrol jornada tras jornada, presentando seis o siete bajas en cada partido.
Sin soluciones en el campo
La realidad es que el Racing de Ferrol está muy lejos de dar un rendimiento óptimo en la categoría. En casi cuatro meses de competición son varios partidos esperpénticos como el del Albacete (1-4), Córdoba (3-1) y la gota que colmó el vaso con la humillación ante el Oviedo (1-5). Estos resultados y el rumbo que lleva el equipo desde principio de temporada, viene motivado por una plantilla sin una fabricación de juego aceptable en el medio y una zona de ataque que es un completo solar con tan sólo 10 goles en 18 jornadas.
En defensa, el equipo está sustentado por jugadores como Naldo o Jesús Ruiz, que cumplen hasta donde pueden, pero no son capaces de obrar milagros con 22 goles encajados. Estos ingredientes llevan a la paupérrima cifra de tan sólo cosechar dos victorias y acumular dos meses sin sumar de tres, que mantienen al Racing de Ferrol en descenso durante 15 de las 18 jornadas disputadas. La situación es crítica y la vuelta a Primera RFEF, una realidad cada vez más cercana.
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