Portillo, ‘Mr. ascenso’ en el aire
El medio andaluz del Leganés ha subido las cuatro temporadas que ha jugado en Segunda. Ahora su renovación está en el aire.
Cuando el Leganés fichó a Portillo fuera del mercado (lo hizo el 20 de septiembre de 2023, casi un mes después de la ventana estival), no sólo estaba firmando a un centrocampista de garantías que blindaba su medular. También estaba incorporando a un talismán que, sin saberlo, se convirtió en futbolista clave en el ascenso a Primera. Por su juego. Por las cábalas. Porque, además de ser intocable para Borja Jiménez (2.472 minutos completados, el 7º pepinero más usado pese a llegar un mes más tarde), también ha completado un llamativo proceso: cada vez que Portillo juega en Segunda, acaba ascendiendo a Primera.
El malagueño sólo ha competido cuatro veces en la categoría de plata. Y en cada una de esas campañas el curso acabó igual, con su equipo subiendo a la máxima categoría. Lo consiguió primero en el Betis en 2015, después con el Getafe en 2017 (aquí previa promoción de ascenso), más tarde con el Almería en 2022 y, por último, ahora con el Leganés en 2024. Ocurre que con el Almería ascendió precisamente en Butarque, donde se disputó aquella última jornada que elevó a los andaluces a la élite. Ahora ese mismo recinto han sido las puertas del cielo para el Leganés… con Portillo en su equipo titular.
“Txema, déjalo en Primera”
Son las únicas cuatro temporadas que este mediocampista ha bajado un peldaño. Nunca se quedó más de una temporada en Segunda. Ahora su futuro depende de la planificación con la que el Leganés aborda su próxima temporada. Su contrato finaliza el 30 de junio. Está por ver si renovará a sus 33 años o si deberá buscarse nuevo destino. Si atendemos al peso que ha tenido en el equipo, podría tener oportunidades de continuar.
Una vía que sus compañeros pidieron públicamente para el ‘7′ blanquiazul durante los festejos de la Plaza Mayor de Leganés. “Txema, déjalo en ascenso después de cuatro ascensos”, le pedía entre bromas Dani Jiménez, portero de los blanquiazules e improvisado maestro de ceremonias del acto, a Txema Indias, el director deportivo del Leganés, responsable en su momento de su incorporación cuando parecía impensable que el equipo pudiera sumar refuerzo alguno.
“La edad sólo es un número”
Durante todo el verano Indias y Portillo mantuvieron contactos que rondaron la opción de una contratación nunca cerrada. Y aunque el final del mercado, supuestamente, puso fin a esta opción, Indias insistió visto que el jugador no tenía contrato y podía incorporarse en cualquier momento del curso. El club encontró recursos para un último esfuerzo (el límite salarial ya andaba justo) e incorporó a un jugador clave, pese a que al inicio había dudas por su falta de rodaje en verano.
“Si soy determinante lo marcará el futuro. Tengo 33 años, pero la edad es un número. A esta edad hay infinidad de jugadores jugando al más alto nivel. El tiempo lo dirá. Estoy para ayudar”, comentó el día de su presentación. Y vaya si acabó ayudando. En el verde con su rendimiento (siete asistencias, por ejemplo) y fuera de él con las cábalas. Portillo es un talismán.
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