Pleno de derrotas en el añadido
Los tres partidos que ha perdido el Leganés en la actual pretemporada han sido con goles en el tiempo añadido y los tres, con errores defensivos. El asunto ya no es anécdota.
El Leganés sigue anclado a una maldición estival. Los pepineros han perdido tres de los cuatro partidos que han disputado esta pretemporada y en todos se ha caído de la misma manera: con goles en el añadido (dos pasado el 90′, el tercero pasado el 45′) y previos errores en defensa que han mandado el traste el buen trabajo realizado durante esos encuentros. Sólo frente al Valladolid (1-3) el Leganés no sufrió.
El asunto empieza a ser preocupante, más visto que hoy ante el Real Madrid Castilla el duelo iba a morir en un inocente saque de portería. Pero un simple rechace de cabeza de la zaga merengue tras el patadón de Diego Conde ha generado el caos. La bola le ha caído a Armenteros, el chaval del filial, al que se la hecho de noche al intentar proteger la pelota o bien cedérsela a los dos apoyos que tenía: el propio Conde o Arambarri, algo más abierto a la derecha.
El canterano se ha embolicado con la pelota, lo suficiente para que un crío como Carvajal, un chavalín de 19 años asimilado del Real Madrid C, le robara la cartera con una simple presión, regateara a Conde y marcara un tanto que no sólo hacía caer al Leganés, sino que volvía a encender las alarmas de Borja Jiménez. El técnico abulense se mostró especialmente molesto con el tanto blanco después de comprobar como la anécdota de los dos primeros partidos perdidos en el añadido (Hapoel Tel Aviv y Getafe) se muestra ya como síntoma que tener en cuenta.
“No debería volver a pasar”
“Nos debería encabronar. Son situaciones que no pueden pasar. En los últimos minutos no puede haber esas situaciones de que tan fácil nos metan gol. Hay que hacérselo mirar. No puede volver a pasar”, decía a AS recientemente. Rotundidad, por ahora, sin efecto visto lo visto en Valdebebas. Un problema que se une a otros que ha lucido el equipo a menos de dos semanas vista para el inicio de la competición.
La dificultad para hacer gol es quizá la fundamental. Tampoco termina de encontrar el Leganés fluidez por las bandas y, contra los merengues, ha sufrido en algún balón largo a la espalda de su defensa. En lo positivo detalles colectivos (este Leganés sabe encerrarse bien cuando le toca blindarse en estático) y también individuales, como las buenas maneras de Diego García o la evolución ofensiva de un Dani Raba que sigue siendo de lo más destacado.