Pezzolano vuelve a echar el cerrojo

El Real Valladolid arranca una nueva semana de trabajo este lunes entrenando en sesión vespertina, la primera de las seis que desarrollará para preparar la visita al Andorra. Será, por tanto, una semana más larga que las anteriores, en las que Paulo Pezzolano tuvo menos tiempo para entrenar. Sin embargo, el entrenador y su cuerpo técnico han decidido que todos los entrenamientos serán a puerta cerrada, como viene sucediendo desde el pasado día 6 de febrero.

Aquel día fue el primero en el que la plantilla blanquivioleta comenzó la organización previa a la visita del Albacete. Los dos siguientes, contra Real Sporting y Real Oviedo, han tenido como rasgo común el hecho que dicha preparación se hizo con el cerrojo echado, una máxima habitual desde que el técnico llegó a Zorrilla, con matices, puesto que habitualmente Prensa y afición venían disponiendo de al menos un entrenamiento para poder ver las evoluciones del equipo.

Con todo, el partido ante el Andorra, que se disputa el domingo desde las 14:00 horas en el Principado, contará con la particularidad de que el conjunto que entrena Eder Sarabia no ha competido este fin de semana, después de que los desgraciados hechos acontecidos en Valencia, donde diez personas fallecieron en un incendio, provocaron la suspensión de su enfrentamiento ante el Levante, así como el choque que enfrentaba al Valencia contra el Granada (este, a domicilio).

Entre los jugadores que empiecen a entrenar habrá que ver si se encuentra Luis Pérez, sustituido por un fuerte golpe en el tobillo el pasado viernes, si bien, según ha podido saber Diario AS, durante el fin de semana existía optimismo respecto a su estadio, descartándose, en un principio, una lesión severa como pudiera parecer a raíz de lo aparatoso de la entrada y de los fuertes dolores con los que abandonó el césped, en el vehículo asistencial de los servicios médicos.