Pezzolano apela a la autocrítica y la rebeldía para ganar al Barça

El Real Valladolid llega acuciado a su partido frente al Barcelona, sumando cinco derrotas consecutivas que obligan a no obviar la crítica y la autocrítica, como hizo Paulo Pezzolano, su entrenador, este lunes. El técnico blanquivioleta rechazó volver a hablar de los arbitrajes y optó por un discurso claro, en el que pidió dar más para salir de esta situación, comenzando por el sueño de ganar al campeón de Liga.

¿Qué le ha transmitido Ronaldo?

Lo primero que transmite es tranquilidad y convencimiento en que se va a sacar esto. Cuando aparece así siempre es para transmitir fuerza, acompañar y para apoyar en este momento.

Se han quedado sin margen de error justo antes de recibir al Barcelona...

Nos enfrentamos a un rival durísimo, el mejor de la Liga, y, por más que no necesite ganar, sabemos la calidad que tiene y lo que hace con balón y sin balón. Nosotros tenemos que hacer nuestro juego e intentar hacer lo que queríamos hacer los partidos pasados, porque estamos con un debe y somos conscientes de eso. Tengo que ser autocrítico; todos tenemos debes y los tenemos que empezar a subsanar. Hay que mirar para adentro, saber vivir este momento y hacer todo para sacarlo.

¿Cómo cree poder vencer al campeón?

Es la pregunta que se hacen todos los equipos. Las chances que tengas, que vas a tener pocas, hay que aprovecharlas y opacar todo lo bueno que tienen ellos, que no es fácil, porque tienen muchas variantes por dentro, por fuera, velocidad, profundidad, si no tienen la profundidad empiezan a tener el balón y se lo quieres quitar te dan profundidad... Tenés que hacer un partido casi perfecto para ganarles. Quiero salir fortalecido como sea para los últimos dos partidos, que los tenemos que ganar sí o sí.

En frío, ¿puede valorar el arbitraje sufrido en Cádiz?

Tengo que ser sincero: yo no puedo mirar el arbitraje si yo estoy cometiendo algún error y no estoy respondiendo dentro del campo. Si hago todo como en los próximos partidos y ha sucedido lo contrario sí puedo decir algo, pero primero me tengo que estar fijando en mí mismo. Siempre estamos buscando el fantasma donde no lo hay. Hubo cosas en partidos pasados, pero este último partido dependió de nosotros: teníamos que hacer las cosas mejor para después quejarnos de algo. No quiero hablar de eso; lo único que quiero es responder dentro del campo.

¿Qué le pide en estos momentos a su plantilla?

Que sepan enfrentar esos momentos; no podemos enfrentarlos solo cuando vamos ganando o empatando. En un partido te puede pasar que encajes un gol y hay que saber llevarlo dentro del partido. Un gol en contra nos ha cambiado mucho, aunque antes del gol nos faltó también un poco más de lo que intentamos hacer en el inicio del segundo tiempo: tener más el balón, estar más en bloque alto, tener más movimiento... Hay que saber llevar psicológicamente estos momentos y no quedarnos con lo pasado; ser autocríticos y saber dónde están los problemas. Fueron cinco derrotas, pero ya es pasado: nos quedan tres partidos y lo tenemos que sacar adelante, poner mucha cabeza, inteligencia, garra y corazón y sacar esto como merecen la ciudad y la afición. Todo eso podemos hablarlo, pero quiero verlo dentro del campo. Todos tenemos que dar un poquito más porque tenemos que sacar esto.

¿En este momento le preocupa más lo mental o lo futbolístico?

Es un todo. Psicológicamente tenemos que tener valentía, y dentro de lo táctico, entendernos más. Todo es una cadena. Depende de nosotros todavía, aunque lamentablemente lo vengo diciendo desde hace cinco o seis fechas, y ese es el dolor más grande. Hay que tener rebeldía y coraje contra el Barcelona, y si no se da, tenemos que ganar los dos últimos partidos, y son dos partidos que podemos ganar. Tenemos que tener valor, jerarquía y carácter dentro y fuera del campo y estar todos juntos para sacarlo. Es un partido durísimo, pero tenemos que ganarlo. ¿Cómo? Sabemos que por momentos no vamos a tener el balón y que vamos a tener una o dos chances y tenemos que aprovecharlas, y saber jugar sin balón, porque el rival te va a llevar a eso por la calidad que tiene. Tenemos que saber a qué nos vamos a enfrentar y tener la valentía de buscar el resultado dentro de lo que nos vamos a enfrentar. De los dos últimos partidos no hay nada para hablar; hay que hacer y que ganar.

¿Cómo está físicamente el equipo?

El único que sabemos no va a llegar es El Yamiq; esperaremos a ver la evolución estos próximos días. Sergio León creemos que puede llegar. Después, la plantilla está toda bien.

¿Qué respuesta espera de la afición?

No soy nadie para pedir nada a la afición en este momento, porque están esperando de nosotros y lo que diga acá no tiene mucho valor. Lo único que le puedo decir es que los jugadores que entran dentro del campo y toda la gente que trabaja acá lleva el escudo del Real Valladolid. Que los vengan a apoyar a morir, por más que duela o que pese, porque todos queremos más. Son momentos difíciles y los necesitamos; su apoyo se siente mucho. Esto lo vamos a sacar todos juntos. Sé que es una afición exigente, y me encanta, pero que haga un esfuerzo y luche contra el interno mismo. Si yo fuera aficionado, me habría ido muy enojado estos partidos pasados. ¿Qué puedo pedir? Que venga con todo el esfuerzo que saque de adentro, que deje la bronca un poco de costado y nos venga a apoyar, porque somos uno más de ellos.

¿Sigue confiando en la permanencia?

La tranquilidad está, pasa que quiero ver otra cosa. Sigue dependiendo de nosotros, y a mí siempre me enseñaron que si depende de mí lo tengo que aprovechar a morir, aunque lamentablemente venimos dependiendo de nosotros desde hace cinco partidos y no lo hemos podido lograr por diferentes motivos. Tengo esa tranquilidad de que depende de nosotros, pero tenemos que dar mucho más, porque no nos está dando, y tenemos que mejorar en todos los aspectos. Yo estoy con esa rebeldía y con esas ganas de sacar esto adelante. Yo vine acá para sacar esto adelante.

¿Firma llegar a la última jornada así, dependiendo de sí mismo?

La Liga está variando mucho, se dieron resultados que nadie esperaba. Nosotros soñamos con ganar al Barcelona; si ganamos, ya metés a otro de nuevo en la pelea. De repente pensás que uno no está, pierde los dos últimos partidos y va para abajo. Esto, hasta la última fecha, no se va a saber, y, sin duda, ojalá dependamos de nosotros en la última fecha.